Auricular roto.

Capítulo 06

-¿Qué dices?-le contestó Wen a la propuesta de Nick de ir a su casa. Mientras lo decía se reía esperando a que él también lo hiciese, esperando que todo fuera solo una broma. Pero no, él iba a en serio.

-¿Qué tiene de malo?

-¿En serio me lo preguntas? ¿Tu cabecita no es capaz de razonarlo?

-A estas horas ya no hay razonamiento que valga. Quiero pasar un rato a solas, es lo único en lo que pienso ahora.

-Ya estamos a solas, todos están dentro del salón.

Nick se quedó callado un segundo. Wen, que estaba algo desconcertada, se acercó a él. De improviso, Nick se acercó a ella, con lo cual quedaron más juntos de lo que Wen quería en un principio.

-¿No puedes o no quieres venir a mi casa?

Wen tuvo que pensar la repuesta, mientras se miraban fijamente a los ojos, como si intentaran responderse el uno al otro sin palabras. Al final, quiso hacer lo que hace siempre, distanciarse de las personas.

-Las dos cosas, ni puedo, ni quiero-tras decir esto cogió un Nestea del frigorífico y salió a un patio que había detrás de la cocina. Y Nick, como no, la siguió.

-¿Qué fue de lo de "tenemos que quedar"? Para volver a hablar como antes...

-Estamos hablando, dime todo lo que tengas que decirme ahora. Que más da que si aquí o allí, son las mismas palabras.

-Wen, realmente a veces puedes llegar a ser bastante...

-¿"Antisocial", "fría", "distante"?

Nick guardó silencio. Wen se sentó en una silla, bebiendo su refresco y pensando en qué diría él ahora. Realmente no sabía por qué decía todo lo que decía, de verdad, a ella también le gustaría hablar y quedar, pero era mejor guardárselo.

-Entiendo-dijo mientras se volvía hacia la puerta-que no va a ser fácil volver a como antes.-y tras decir esto se marchó.

Por una milésima de segundo, Wen había tenido ganas de levantarse, cogerle del brazo y decirle a todo que sí. Pero eso nunca llegó a pasar.

Después de acabarse el Nestea, y de que sonara toda su lista de reproducción de baladas del móvil, volvió a entrar dentro de la casa, bueno, también porque estaba empezando a tener frío. Como cabía de esperar no había nadie en la cocina, "es el momento perfecto", pensó Wen. Seguía llevando en la mochila la foto de las cervezas que no había podido colocar allí por culpa de que Nick había entrado antes, pero ahora que se había ido y no había nadie, tenía vía libre para colocarla donde le plazca. Todo seguía igual, así que su idea seguía siendo la misma, colocarla entre las botellas.

El fin de regalar las fotos a aquellas personas que se las encontraran era intentar sacarle una sonrisa a alguien. Desde un principio tan solo era para ver un lado distinto de la realidad, el lado del que nadie se acuerda nunca, del que nadie se fija, como aquella chica que nadie se dio cuenta que estaba en la fiesta o aquella estrella fugaz que ninguna persona se dio cuenta que acababa de pasar. Detalles. Simplemente eso. Pero había acabado siendo una necesidad para Wen, una forma de escape, de liberación, dejar pequeños trozos de ella, sin que nadie lo supiera.

Se puso su auricular y empezó otra vez desde el principio su lista de baladas. Empezó el camino de vuelta a casa.

* * *

Cuando llevaba mas de la mitad del camino empezado, escuchó pasos cerca suyo. Era ya muy tarde y se empezó a asustar un poco. Su cabeza racional le decía que tan solo era una persona caminando, nadie le iba a atacar, pero ya tan entrada la noche, le ponían nerviosa estas situaciones. Empezó a caminar algo más rápido, y más rápido, y escuchó como aquellos pasos también se aceleraban y giraban por la misma esquina que ella lo hacía. De repente paró en seco, para que aquella persona pasara delante de ella y así dejara de ponerle nerviosa, pero no contó con que esa persona se chocara con ella.

-¡Ay, mira por donde vas!-dijo Wen mientras se giraba. Tras hacerlo, se dio cuenta de que era Nick.-¿qué haces tu aquí?

-¿No puedo ir a mi casa?-dijo el riéndose.

-Tu casa es por allí, la calle Norte-le señaló Wen.

-Te lo sabes muy bien eh-dijo mientras se seguía riendo.

-¿Se puede saber cuánto has bebido?-dijo mientras se puso otra vez en marcha a andar. Este la siguió.

-Mmmmm...no más que tú-dijo entre risitas. Wen se dio cuenta que guardaba la foto de las cervezas en el bolsillo.

-No tiene gracia, tienes un aspecto horrible.

-¿Cómo le dices eso a tu amigo del alma?-dijo mientras abría los brazos para que le abrazara.

-Por dios Nick, vete a casa y descansa.

-No tengo ganas.-dijo imitando la voz de un niño pequeño.

-No me dejas mas remedio que llevarte yo, no te voy a dejar dando vueltas por la calle.

Cambiaron de dirección y se pusieron en marcha de camino a la calle Norte. Llevaban bastante tiempo andando y de repente el aspecto de Nick mejoró demasiado, ya caminaba normal sin tambalearse, la conversación había tomado un hilo normal, era como si solo hubiera fingido estar borracho para...

-Al final...has acabado viniendo a mi casa-dijo Nick sonriendo de oreja a oreja.

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Hasta aquí el capítulo seis >.<

Bye~~

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