Dia 1

13 1 3
                                    

Ayer pasaron tantas cosas que aún no me lo acabo de creer, después del juicio fui transportado a Azkabán a una fria celda dentro de esa siniestra cárcel en medio de la nada. Cuando aún no había llegado al lugar ya se podía percibir el gélido aire de este,  mientras, a lo lejos, se distinguía la prisión y las horribles criaturas que la guardaban, los dementores, yo solo había oído hablar de ellos, tanto en clase de defensa contra las artes oscuras, como en otras conversaciones sin nada q ver, pero desde luego cualquier cosa que hubiera oído antes se quedaba corto en comparación con lo que tenia ante mis ojos,  unas criaturas horribles que transmitían una sensación fria de lo mas escalofriante con tan solo pasar por su lado,  llevaban una especie de manto negro y desgarrado colgando de cada uno, la tristeza vivía en ellos. Cuando llegue a la prisión me retiraron mi varita, me pusieron un uniforme de presidiario y me metieron dentro de mi celda. Yo, después de todo lo que habia sucedido, solo queria dormir me tendi en el suelo y dormí, rogando al cielo no volver a despertar jamás.
Hoy, por desgracia,  desperté en mi fria celda, con la única compañía de un dementor que me vigilaba tras las rejas y, sinceramente, para esa compañía prefería no tener ninguna. Pasé la mañana sollozando y dibujando con una piedra el suelo de mi celda, las horas se hacen años alli dentro, me trajeron la comida que era a penas cinco gramos de pan rancio pero lo comí con ansia y apetito ya que no habia comido nada desde el desayuno del día anterior. Apenas treinta minutos más tarde el dementor que había tras las rejas las traspasó trayendo con el un aire frio y un ambiente siniestro,  aun más si cabe que la propia prisión, me deslicé hacia una esquina temoroso para intentar escapar de aquel horrible ser, pero obviamente fue en vano, se acercó a mi de manera que su rostro, por llamarlo de alguna forma, se quedó a tan solo unos pocos centímetros de mí, y... ai empezó, la sensación mas horrible que jamás había experimentado, fría, mas fria que el mismo hielo tan fria que me rompía por dentro, y entonces la oí,  oí a mi madre gritandome "¿Como puedes renegar de los ideales de sangre pura? deberias ser como tu prima Bellatrix, nunca llegarás a nada." Eso decía ella, fueron unas palabras duras cuando me las dijo y lo seguían siendo ahora, fue una horrible sensación, empecé a llorar, quede inconsciente en el suelo y acabo de despertar, espero que esto no se repita demasiadas veces. Ahora solo puedo pensar que el que deberia estar aqui es esa rata llamada Peter y ¿Que será de Harry? Supongo que Dumbledore se habra ocupado de el, eso espero...
Ahora voy a dormir, al menos en el mundo de los sueños no estoy en esta prisión deprimente y asquerosa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 05, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Doce años en Azkaban Donde viven las historias. Descúbrelo ahora