El agua tiene vida, cuando te sumerges en ella, de inmediato te ataca con sus colmillos. Pero no hay por que temer, no hay que resistirse al agua. Sólo colocas los dedos en ella y vas abriéndote paso, y en ese espacio que obtienes vas deslizándote en ella. Moviendo los brazos, la cabeza, el pecho, los pies.
- Haruka Nanase.
