El rubio sonreía frente al pelirrojo, como siempre lo hacía, mientras le hablaba como ayer "accidentalmente" había tropezado con Towntrap y Foxy lo escuchaba sin perder ni un detalle de su plática, de sus movimientos y sobretodo de sus brillantes ojos.
Towntrap era el enamoramiento del momento, pronto pasaría, siempre era pasajero pero él, como su mejor amigo, estaba ahí para aguantar esos ataques de locura. No era extraño que escenas como ésta ocurrieran, así como no era extraño que el chico de ojos dorados estuviera molesto e irritable el resto del día y es que, esto pasaba cuando te enamorabas de tu mejor amigo.
Golden y él al principio no se llevaban en realidad lo que se dice bien (de hecho no se podían ni ver), pero las cosas cambian cuando te encuentres a un triste rubio al pie de las escaleras. Recordó el día en el que se hicieron amigos.
Foxy salía de su castigo, era tarde y se suponía que no habría nadie en la escuela pero pudo visualizar a lo lejos una figura, que conocía de sobra, sentada en las escaleras. Se acercó para molestar a Golden, eso siempre lo ponía de buen humor. Estaba a punto de hablarle pero se percató de que estaba llorando.
-¿Qué te pasa? -Preguntó con sincera preocupación.
-Lárgate, hoy no estoy de humor para aguantarte. -Le respondió el rubio con brusquedad pero el pelirrojo no le hizo caso y se sentó a su lado.
-No me gusta verte así. -Habló sin pensar.
-No necesito tu lástima así que si es todo lo que me tenías que decir ya puedes irte.
-Ni siquiera me caes bien ¿qué te hace pensar que podría sentir lástima por ti? -El pelirrojo lo miraba fijamente y Golden dejó escapar un suspiro.
-Nunca te rindes ¿cierto? -Foxy sonrió con suficiencia, sabía que ya había ganado. -¿Por qué te interesa tanto saber? Ni siquiera somos amigos.
El pelirrojo también se preguntaba eso, una parte de él decía que no soportaba ver a la gente llorando (aunque se tratara de odiosos rubios) pero otra parte pequeña en su mente le decía que justamente por ser ese rubio que no podía dejarlo así, aunque Foxy ignoró esta razón.
-Yo debería ser el único que te haga sufrir, si alguien más lo hace dejará de ser divertido. -Golden no pudo evitar sonreír por esa respuesta.
-Entonces me tienes monopolizado, vaya gracias, ahora me siento especial. -Dijo con ironía.
-¿Mono... Qué? -El rubio rodó los ojos.
-Que me quieres sólo para ti.
-Por supuesto, eres mío. -Ambos notaron como había sonado eso y se sonrojaron. -Quiero decir... Mi enemigo oficial, todos saben eso así que deberían dejar que te molesten los profesionales. -Golden dejó salir una risa grande y pura, el chico de ojos dorados si que era todo un caso. Foxy creyó que esa risa era uno de los mejores sonidos que había escuchado en su vida y que le gustaría escucharla muchas veces más.
-De acuerdo. -poco a poco dejó de reír. -Yo... Tuve una pelea con Springtrap, él era mi...
-Novio. -contestó el mas alto automáticamente con una mueca, por lo que el rubio lo miró incrédulo. -Bueno, ya sabes, la gente dice cosas, no me importa tu vida pero lo escuché por casualidad ¿Por qué dices que era? -Golden decidió que lo mejor era dejarlo pasar.
-Terminamos -dijo con simpleza. Foxy parecía seguir esperando una respuesta. -¿No lo consideras lo suficientemente malo?
-No me agradaba mucho el tipo. -Respondió encogiendose de hombros.
-Que casualidad, tú tampoco le agradabas. -Foxy lo miró con curiosidad a lo que el rubio suspiró. -solía decirme que te ponía más atención a ti que a él, lo cual es ridículo considerando que sólo me molestas.
-Así que cortaron por mi culpa, lo siento.
-Se nota que estás tan arrepentido. -Comentó Golden con sarcasmo al notar la actitud desinteresada del otro.
-Te mereces alguien mejor, además no soy el único que anda molestando, ¡por tu culpa me castigaron!
-Tus ronquidos no me dejaban escuchar la clase, sólo le pedí al profesor que hablara más fuerte. -Respondió con una sonrisa burlona.
Durante los siguientes minutos el lugar quedó en silencio porque no necesitaban decir nada más, las cosas estaban bien entre ambos, de alguna manera se entendían, quizás todo el tiempo que pasaban fastidiando al otro les había creado una conexión. Ya era tarde y debían irse pero era tan cómodo estar con el otro sin pelear que se rehusaban a hacerlo. El pelirrojo fue quien se levantó y se iba sin decir palabra.
-Foxy. -El mencionado volteó a ver a Golden . -Gracias, tal vez algún día sería bueno dejar de ser enemigos, no eres tan malo, así que no suena mal que seamos amigos ¿no crees? -Foxy sonrió, de hecho la idea no sonaba nada mal.
Error. Había sido una terrible idea. No era malo lo que pasaban juntos, de hecho atesoraba demasiado esos momentos pero nadie le advirtió que podía enamorarse, tal vez desde antes ya lo estaba y ni siquiera lo había notado. Lo peor era que sólo eran amigos y como tal tenía que soportar los celos que nacían cada vez que Golden se emocionaba por alguien. Nunca era serio ni duradero pero Foxy sabía que llegaría el día en el que Golden se enamoraría y no podría estar con él.
Por eso había tomado la decisión de declararle sus sentimientos, aunque no fuera correspondido tampoco se quedaría con él ¿qué hubiera pasado? Así que le pidió al rubio que se vieran en la tarde, en la escalera dónde se hicieron amigos, tal vez el detalle le ayudaría a inspirarse porque no sabía que iba a hacer.
Era la hora, su corazón latía como loco y pensó que si iba a arrepentirse esta era la última oportunidad. Ahí estaba él, tomó aire y se motivó a hacerlo. Era Golden ¿cuando había sido la última vez que no había podido decirle algo? No, debía hacerlo y todo saldría bien.
En cuanto el rubio lo vio, sonrió, lo saludó con la mano y esperó a que el otro comenzara a hablar.
-¿Por fin me vas a decir porque estas tan raro últimamente? Bueno, más raro que de costumbre.
-Ya sabes, nos conocemos desde hace un tiempo y admito que al principio te molestaba demasiado. - El rubio se mordió la lengua para no decirle que aún lo molestaba demasiado porque sabía que si interrumpía a Foxy tal vez no terminaria de hablar, ventajas de conocer tanto a alguien. -Pero lo hacía porque me parecía imposible que alguien fuera tan perfecto. Guapo, inteligente, atento pero no tienes paciencia ni sentido del humor así que no eres perfecto. -Foxy sonreía pero sin mirarlo de frente y Golden soltó un bufido. -y a pesar de todo nos hicimos amigos, eso estaba bien pero me di cuenta de que esto no es lo que quiero porque me gustaría que fuéramos más que amigos. -El chico estaba tan rojo que era difícil saber donde terminaba su rostro y dónde empezaba su cabello.
Golden se encontraba estupefacto, su mejor amigo se le estaba declarando. El amigo que era su confidente, el hombro en el que lloraba cuando le rompían el corazón y le compraba tacos cuando estaba triste. Su amigo que lo hacía reír en los momentos menos esperados y lo sacaba de quicio. De alguna manera ahora muchas cosas tenían sentido. Estaba a punto de responder cuando sonó la voz del pelirrojo.
-Creo que yo te conozco más que cualquiera de los idiotas que te gustan, sé cuando te sientes triste o enojado o quieres que te mimen, así que no suena mal que seamos más que amigos ¿no crees? -le regaló una sonrisa insegura y el rubio se acercó a él dedicándole una sonrisa que el otro no supo interpretar.
-Eres mi mejor amigo. -Le respondió con una sonrisa.
Notas de Pambisita y Animatowner:
Animatowner: este es un regalito para una pequeña artista que hoy cumple 16 años, espero que te guste, Tora, está historia no tiene aún final...
Pambisita: así que tú puedes elegir la continuación y si nos dices, hoy mismo le escribimos el final que tú quieras.
A: para todos los demás, si ustedes quieren pueden darnos ideas, esperemos que también les guste. Nos seguimos leyendo.