Estaba con las chicas de Twice -adolescentes chillonas otra vez, que divertido-. Esta es la parte que más me gusta. Si, chicas: “soy muy lindo”, “mi aegyo es único”, “mi voz es grave y sexy”, bla bla bla… Ustedes nunca me sorprenden.
No voy a decir que no la paso bien. Son tiernas, quizás demasiado, pero no tanto como yo. Me sonrojo a mí mismo, por favor-Concéntrate Mark-.
Filmábamos la Vlive para el concierto de JYP Nation que sería dentro de unas semanas. Jugamos “piedra, papel o tijera” en la cual salí vencedor.
Tzuyu y Chaeyoung habían venido acompañadas por estudiantes de su Instituto. Ya me había acostumbrado a los autógrafos y las fotos pero se estaba volviendo un poco… rutinario.
No me mal entiendan, me encanta mi trabajo, la buena vista que estaba dando el traserito de Tzuyu mientras hablaba con sus compañeras detrás de cámara, hacía que valiera un poco más la pena.No, no soy un pedófilo pero soy hombre. Ya he dicho antes que no saldría con menores. Son muy alegres y uno la pasa bien, pero solo eso.
Para cuando terminamos, había firmado más de veinte fotos con las chicas y puesto muchas caras lindas para otras más. Todas se colgaban de mí, me abrazaban y recorrían con la mirada de arriba a abajo. ¿Algún día me voy a cansar de esto?
Cuando intente recoger mis cosas para irme, vi como Tzuyu arrastró, literalmente -no estoy exagerando- a una de sus...amigas o eso parecía.
Una chica de estatura media que iba vestida con el uniforme escolar un tanto desalineado. Noté que tenía las uñas despintadas con un color azul cuando se pasó las palmas de las manos por los muslos para limpiarse el sudor. -¿La había puesto nerviosa?- No se había acercado a mi hasta ese momento y a juzgar por su actitud, no sé si quería estar siquiera en la filmación.
Subí mi mirada para ver su rostro. Su cabello estaba recogido en una cola de caballo larga que le llegaba justo a los hombros, no iba muy maquillada y su expresión era de puro pánico.
Aun así lograba verse tan bien como el resto de las chicas, o quizás, mejor -¿Mejor?-.
La salude con una linda sonrisa y ella me devolvió una tímida, exclamando un “Hola Mark” firme pero amable mientras desviaba un poco la mirada – Que contradictorio, ¿Acaso estudiaba actuación?-. Si, bueno, el instituto es de Arte pero podría haberse, no sé, dedicado al dibujo, quizás.El punto es que Tzuyu insistió en que se sacara una foto conmigo. Su reacción ante la solicitud me cohibió un poco. No quería incomodarla si era que no quería estar ahí.- ¿Por qué había venido entonces? -.
Torpemente nuestras manos se chocaron en el abrazo para la foto.
Entonces sentí algo que nunca había sentido: una corriente eléctrica me recorrió desde los dedos hasta mi… entrepierna -Mierda-.
Me quede unos segundos congelado y pude ver como su rostro enrojecía. -¿Ella lo sintió? ¿Qué significa esto? ¿Estoy alucinando?-, tengo que dejar de jugar videojuegos hasta tarde y empezar a dormir mejor. Creo que estoy imaginando cosas.¿Dónde me quede? Ah, sí. Le dije que lo sentía, ella solo asintió. Tzuyu tomó la foto y ella se separó de mí dejándome solo el suave aroma a su perfume frutal –Rico...-.
Se alejó con un simple “Gracias” y una reverencia la cual correspondí.Las chicas se estaban preparando para irse mientras yo veía todo desde el rincón. Bueno, no todo. Solo a ella. No podía dejar de mirarla. Nunca había sido tan obvio con mis sentimientos pero no podía apartar mi vista de la suya.
Sí, ella sabía que la observaba. Imagínense terrible obviedad -¿En qué estaba pensando? ¡ES UNA NIÑA!-.Tenía que alejarme para aclarar mis pensamientos. Antes de cruzar la puerta, Tzuyu se me acercó. Me dijo que iría con su grupo de amigas y su mánager a almorzar carne a un restaurant que quedaba a pocas cuadras y que estaba invitado.
Asentí más rápido de lo que mi cerebro tardó en procesar la información -¿Realmente quería ir?- .
Era por ella. Algo me había intrigado. Solo la observaría, con eso bastaba por ahora -¿Y después qué Mark? ¿Las acompañarías a sus casas y las arroparías con un beso de “Buenas noches”?- Por favor, tenía que serenarme.
Como les decía, fuimos hasta el lugar en el transporte de la empresa. Entramos y nos dirigimos a un habitáculo que estaba reservado para nosotros. Nos acomodamos en la gran mesa rectangular. Ella se sentó en frente de mí, justo en el centro de la misma.
Ordenamos rápidamente la comida y la bebida. Me acomodé en mi asiento con las manos entrelazada sobre la madera.
Augh, me sentía cautivado por ella aunque también quería salir corriendo de ahí. Pero, por alguna razón, no podía.El resto de las chicas comenzó a cuchichear cosas de adolescentes mientras que ella sacó su celular y empezó a revisarlo.
Por un momento creí que estaba absorta en su teléfono pero pude ver como una pequeña sonrisa tímida tironeaba de sus labios y desviaba la mirada. Entonces me percaté de que se había dando cuenta que la estaba acosando, básicamente –¿Acaso estamos jugando a roles cambiados? Se supone que yo debería estar en su lugar-. Esto nunca me había pasado, no así.
Debía llamar su atención. –Piensa, Mark, piensa- pero es tan joven, tenía que ser disimulado. No debía propasarme o la espantaría –¡Oh por dios! Ahora si sueno como un pedófilo- .Tenía que ir al baño para despejar mi mente y pensar en claro lo que estaba por hacer.
Me levante súbitamente y golpeé mi pierna contra la mesa, lanzando un quejido seguido de una maldición –idiota-. Todos me miraron sorprendidos. Me disculpe con ellos y salí cojeando al baño.
Una vez allí, me lavé la cara con agua fría y acomodé mi cabello.
Ella no iba a salir tan fácil de mi cabeza pero tampoco me gustaba el rumbo que estaban tomando mis pensamientos.
Tenía su figura grabada en mi mente. La preferiría con el cabello suelto, esa cola de caballo no le favorece y me gustaría ver como cae libre… enmarcando su rostro sonrojado. Quitaría ese escaso maquillaje, no le hace falta. Es perfecta tal cual es. Y ese uniforme de colegiala, podría sacárselo también… Si… con los dientes -¿¡QUE!? Ahora si te pasaste de pederasta.
Sacudí la cabeza, negándolo, y me miré fijo en el espejo. Había perdido la poca confianza –y dignidad- que me quedaba. Tenía que alejarme del lugar. Si, con una mentira piadosa saldría de allí en un dos por tres.
Cuando salí del baño me encontré con Tzuyu. Se me acercó con cara de preocupación.
_ ¿Estás bien? Estabas un poco… distraído allí dentro –me dijo.
_ No -mentí-. Lo siento, es cierto, no me estoy bien y debo volver a casa.
_Bien, lo entiendo. Gracias por hoy. Fue muy divertido, aunque perdiéramos –dijo en un arrebato de ternura y luego, me abrazó.
Ni siquiera Tzuyu podía generar aquella electricidad de hace unas horas. La ternura no era lo de ella y tampoco entendía por qué se comportaba así.
Ni modo. Entré a la sala nuevamente y tomé el bolso con mis cosas. Me disculpé con todos por no poder quedarme y miré rápidamente hacia el asiento que estaba en frente de mí. Sospechosamente, estaba vacío. Eso me desilusionó más de lo que me hubiese gustado. Pero cuanto más rápido me fuera de allí, mejor.
Salí del restaurant. El auto de la compañía me esperaba afuera. Abrí la puerta y lancé mi bolso hacia el interior, como de costumbre.
Un grito suave a modo de queja me paralizó a medio camino de entrada al auto. Unas uñas despintadas con esmalte azul apartaron mi bolso de su cuerpo y lo depositaron en el asiento de atrás. Acto seguido, me fulminó con la mirada haciendo que me sintiera culpable. Entonces reaccioné, era… ella –esto se iba a poner peor-.
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Centella
Short StoryOne shot with Mark Tuan Historia corta con Mark Tuan (Got7) Dedicado a las CC Girls.