uno.

80 2 2
                                    

—Austin... antes de ir a Carolina del Norte tienes que hacer una cosa. —El ex productor de Austin estaba parado en la habitación de él. Le había ordenado que hiciese las maletas ya que mañana partía hacia el centro de rehabilitación de Carolina del Norte.

Hacía ya una semana le habían dicho que entraría allí. Y él, desde ese momento se negaba a aceptar que tenía un problema. Intentó demostrar que podía no drogarse... pero seguía cayendo en la droga. Ahora Austin estaría dos meses allí, si se veían mejoras... lo llevarían a la casa nuevamente, y continuará de dejar la droga allí. Pero, si no mejoraba en esos dos meses; obviamente tendría que quedarse más tiempo.

—¿Qué? —preguntó Austin poniendo los ojos en blanco. Estaba harto que le dijeran acerca de la rehabilitación. Él estaba seguro de que no tenía un problema, y aceptó ir solamente para que en dos meses pueda salir de allí. 

—Tienes que teñirte el cabello. —Austin abrió los ojos rápidamente. ¿Teñirse el cabello? ¿Hablaba en serio? No le veía ningún problema a llevar el cabello castaño oscuro, ¿por qué tenía que teñírselo?

—¿Por qué? —Fue lo único que logró decir Austin. Tenía que irse a Carolina del Norte, y además, teñirse el cabello ¿qué más seguía? ¿Ponerse lentes de contacto de colores? ¿Fingir su voz? ¿Operarse?

—Mira, tienes que pasar desapercibido allí. —Su productor se lamió los labios—. Es para no llamar la atención de la prensa, para que no acosen al centro. Tú sabes que ahí están los drogadictos, y la gente que los cuida... y que a veces, los domingos, los visitan. Y no es lindo ir a visitar a tu familiar drogadicto y que hayan miles de fotógrafos vigilando el lugar...

—Entiendo. —Austin no se opuso, porque realmente comprendía por qué teñirse el cabello. Además, podía volver a su color natural—. ¿Solo tengo que teñirme? Porque no me quiero operar.

—Si tú quieres puedes usar lentes de colores —propuso. Austin lo miró—. Si no quieres no los uses, con el cabello basta... y lo sabes. No te pueden reconocer.

—De color verde, por favor —dijo Austin, sorprendiendo por completo al productor (ahora ex)—. Quiero ser una persona distinta. Además solo estaré dos meses allí... y siempre quise ver mis ojos verdes, sin modificarlos con la computadora —añadió con una sonrisa.

—Ya le digo a los estilistas que consigan los lentes de colores. —Y se fue de la habitación, dejando a Austin solo allí.

Estaba, de alguna forma, emocionado. Aunque en realidad no sabía por qué ¿era porque solo estaría dos meses y se iría de allí?, ¿o porque por fin tendría los ojos verdes? La primera opción, la detestaba. Y la segunda... sería raro emocionarse por eso. Por lo que sacudió la cabeza y se dirigió a sus maletas.

—Solo dos meses, Austin, puedes aguantar —se dijo a sí mismo luego de suspirar—. Dos meses en esa pesadilla. Dos meses.

—¿Le decoloramos el cabello, verdad? —le dijo su estilista, Lilah, a Marge, otra estilista. En cuanto esta asintió, empezó a ponerle la pasta que decolora el cabello.

Al cabo de dos horas, Austin ya tenía el cabello rubio. No se parecía para nada a él, aunque, de alguna forma se reconocía... porque bueno, sabía que era él. Pero aún así. Era él, pero a la vez no era él. Y cuando Marge le colocó los lentes de color verde, había dejado de ser él.

Ya no era Austin Mahone. Era otro. Ahora era Carter Styles. No sabía bien por qué eligió Styles... pero le gustaba cómo sonaba. Además, su cabello ahora rubio y sus ojos verdes tenían estilo, así que de alguna manera quedaba bien su apellido. Aunque ¿se cambiaría el nombre? ¿O solo fingiría no ser él frente a las cámaras pero allí sí? ¿Y si había algún drogadicto que era su fan y cómo él se drogaba su fan empezó a hacerlo?

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 21, 2014 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

no one can love me; austin mahone.Where stories live. Discover now