Quien es mi verdadero amor?

Que pasa con tus padres?

Me desperte por el olor a tortitas recien hechas, tenía antojo de comer algo dulce.

Baje y allí estaba mi querido... espera no sabía si eramos novios o seguiamos siendo mejores amigos.

-Dylan, buenos días.- dije abrazandole mientras el colocaba los cubiertos.

-Buenos días princesa, has dormido bien?.- dijo dandome un besito en la frente.

-Si, oye que tipo de relacion llevamos ahora?- pregunte algo nerviosa.

-Que clase de pregunta es esa? Creo que se ve a plena vista que te amo, te amo con todo mi corazon y se que tu me amas a mi.- dijo besandome dulce y apasionadamente.

-Mi amor, me encanta como me besas.- susurre algo mimosa.

Dylan me dio la comida como si fuera un bebe y yo hice lo mismo con él.Fuimos a bañarnos en su enorme jacuzzi, froamos la espalda del otro, jugamos con el agua que tenía la temperatura perfecta para hacerlo...

Dylan empezo a besarme y yo me reía como una colegiala. Empezo a acariciar suavemente mi clitoris yo lo miraba con pasion y el empezo a besar mi cuello lenta pero apasionadamente

-Ahora eres mía.

Ese susurro hizo que me ruborizara, con un rápido movimiento me puse encima, empece a rozar su pene con mi vagina, sus jadeos me ponía mas cachonda todavía, entonces puse su pene en mi conducto vaginal y empece a bajar lentamente, luego subía y volvia a bajar cada vez acelerando mas el ritmo.

-Aaaaah, Sheila. Por Dios.-gimio Dylan

-Hazme tuya,solo tuya... aaaaahhh

Me puso bajo el, me miraba lascivamente y me embestía con fuerza lo que provocaba grandes orgasmos en ambos.Con una ultimo orgasmo, llegue a extasis y seguido llego Dylan.

Queriamos repetir pero sono el timbre, nos vestimos rapidamente y fuimos a abrir la puerta. Eran los padres de Dylan junto con Andrea y Dominique, que ya les habian contando lo de mi embarazo. Cuando Dylan vio a sus padres, su sonrisa desapareció totalmente.

[Narra Dylan]

Al ver a mis padres, toda la felicidad que tenía se desvanecio totalmente. Nunca me llevé bien con mis padres, simplemente porque no sentía que me querian. Cuando era pequeño, me pasaba la mayoría del tiempo en casa de mis abuelos, ya que mis padres siempre estaban de viaje, yo consideraba a mis abuelos mis verdaderos padres. Cuando mis padres volvian, solo se quedaban una semana, en la que se iban de fiesta y pasaban completamente de mí. Nunca podría hacer eso con mis melliizos, preferiria quedarme pobre y sin amigos a ignorar a mis hijos.

No tenía miedo a mis padres ya que, el dinero que yo tenia lo herede de mis abuelos, que seguian mandandome dinero todos los meses, lo unico que tenia de mis padres era su sangre. La casa me la regalaron mis abuelos al cumplir los 18 y ellos supiero lo del embarazo de Sheila antes que ''mis padres'' ya que nada mas saberlo les llame ellos me felicitaron y se alegraron de que hubiera encontrado el amor.

Sinceramente me importada una mierda lo que me fueran a decir mis padres.

-Hola hijo.- dijeron mis padres.

-Que coño habeis venido a buscar?.-dije enfadado.

-Broh, tranquilizate, han venido ha felicitarte por los mellizos.- dijo Dominique.

-Si, y a conocer a la afortunada.- dijo Andrea pasando al salon.

Dominique y Andrea no sufrieron lo que yo sufri. Ellas tuvieron toda la atencion de mis padres, asi que no tenía nada contra ellos. Fuimos al salon y Sheila que parecio darse cuenta de que no me agradaba la presencia de mis padres, me acaricio la cara, me beso y me abrazo poniendo mi cabeza en sus redondas y comodas tetas. Me rei y Sheila continuo abranzandome.

-Hijo, se que sigues sintiendo odio hacia nosotros.- dijo seriamente mi padre.- pero quiero que sepas que cuentas con todo nuestro apoyo. Espero que no cometas el mismo error que cometimos contigo.

-Yo no soy como vosotros, yo cuidare de mi mujer e hijos. No pasare de ellos como habeis hecho vosotros conmigo. Si eso es todo lo que querias decir ya os podeis ir.

-Mi amor, tranquilo. No me gusta verte asi. Por favor, si no les importa podrían irse?.- les dijo amablemente Sheila.

-Si, claro. Que suerte ha tenido mi hijo al encontrarte, se ve que le quieres y eres buena persona. Cuidalo mucho.-dijo mi madre.

Sheila les acompaño hasta la puerta, y al volver me pidio explicaciones, se las di y me abrazo. Luego fuimos a comprar algo para los bebes.