Antes de narraros mi vida quiero que sepáis que soy un chico, también quiero destacar que no soy ni alto ni bajo, estatura media, tengo los ojos pequeños pero no rasgados, soy delgado y castaño clarito. Ahora que me he presentado, puedo comenzar a narraros mi vida en New Nirvana.
Quizás debería correr, si, creo que tengo que correr...
- ¡Maxy!- gritó el imbécil de Barry tomándome del cuello.- ¿Estabas mirando a mi novia?- me grito mientras me zarandeaba- ¿Cuántas veces tengo que decirte que nunca saldrás con una animadora?
Ninguna, no soy idiota Barry...
- Ninguna.- respondo con un hilito de voz.
- ¡No te he escuchado!- dijo rojo de la furia.
¿Sabrá que escupe cuando habla? No lo creo...
Me soltó y me golpeé contra el suelo. Intenté escapar pero dos tipos que me sacaban dos cabezas me atraparon y me golpearon contras las taquillas.
- Solamente vamos a disciplinarte.- dijo Barry crujiéndose los dedos.
Me golpeó varias veces contra las taquillas y me dio varios puñetazos, luego solo recuerdo que perdí la consciencia. Desperté en el patio del instituto, en calzoncillos ensangrentado y con el profesor de gimnasia gritando a los chicos de primero que se alejaran.
-¿Qué te ocurrió?- dijo el profesor canoso cuando estábamos en los vestuarios mientras me ponía un chándal que me quedaba corto.
- Soy sonámbulo.- dije mientras observaba la camiseta que me había dado roja y con letras que decían: Stay Cool, suspiré y me puse la chaqueta del chándal verde.
- Fue el imbécil de Barry, ¿cierto?- dijo el profesor cuando salí.
- Solo me advirtió.- dije encogiéndome de hombros.- estoy bien, ahora si me disculpa, tengo clases.
- Se lo diré al director, intentaré que te metan en el grupo de apoyo.- dijo mientras me seguía fuera del gimnasio.
- No pienso ir con los Freak.- dije frunciendo el ceño.
- ¿Los Freak?- el hombre puso los ojos en blanco y suspiro.- Está bien, no vayas, pero Barry te seguirá usando como saco de boxeo.
Frené en seco, no quería ser su saco de boxeo, eso estaba claro, pero tampoco quería ser parte de ese circo friki, sería el fin para mi, me gustaba ser invisible, ¿acaso nadie me entendía?
- Iré hoy, y si me parece una tortura, me iré.- dije mirándole fijamente. Me di cuenta que tenía un agujero en el zapato por donde se veía el calcetín gris.
- Te divertirás.- dijo volviendo con los alumnos que había dejado corriendo.
Llegué al aula de Inglés, la profesora Lucille una mujer de unos 40 años delgada, con el pelo rubio y ojos verdes, me pregunto por si todo estaba bien, simplemente me encogí de hombros y me senté en mi sitio.
Barry me mandó varias mensajes de texto junto a fotografías, las cuales borré. Cuando termino Inglés decidí irme.
Falte a las otras clases del día y comí un paquete de galletas junto una Coca Cola, a las 5 de la tarde el profesor de gimnasia me fue buscar a mi habitación, y a las cinco y diez estaba en la puerta esperando al Psicólogo.
Una señora mayor me abrió el aula, me senté en una silla del corrillo y saqué mi móvil.
Entro un hombre con gafas, el pelo negro con alguna cana y con los ojos marrón oscuro, era moreno de piel y tenía una enorme mancha en la mano derecha, llevaba un jersey verde y unos pantalones de pana marrones. Dejó el maletín de cuero que llevaba en la mano izquierda y se sentó en una silla. Volví a agachar la vista al móvil, cuando el hombre me llamo la atención las otras sillas estaban ocupadas, el hombre comenzó a hablar:
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The hard life of a Freak
Teen FictionEn el internado New Nirvana todos tienen un papel, puedes nacer popular y ser querido por todos, normal y ser invisible el resto de tu vida y Freak y ser torturado. Tras una paliza por el equipo de fútbol, Max se ve obligado a acudir a las reuniones...