Niños

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Sus dedos largos sobaban la piel de mis nalgas. Uno de esos largos dedos se adentraba más y más... un nudo se formó en mi garganta. 


-Ese hombre decía ayudar a niños huérfanos, los llevaba a su casa- un segundo dedo fue introducido sin piedad, dentro de mi se movían lenta y tortuosamente. ..
-¡Suéltame!- suplico que se detenga...
-Los alimentaba, y los cuidaba. A cambio...- sus dedos se movieron violentamente... -sólo exigía que fuéramos obedientes, niños buenos que nunca dijeron nada de lo que pasaba en esta casa...


¿Qué demonios estaba diciendo este tipo? en un solo movimiento su mano se retiró de mi, jalo mis tobillos para dejarme por completo tendida boca abajo en el piso frío de la cocina.


-¿Tu también serás una niña obediente?- este tipo esta loco, intento por todos los medios girarme o alcanzar algo que me sirva de arma, pero el me sujeta por el cabello y jala hacia atrás mientras sube detrás de mí.
-¿Serás obediente maldita zorra? ¡contesta!- jala mi cabello con más fuerza. ..
Me niego, no me voy a rendir, no...
-¡responde!- su cuerpo cubre el mio por completo, con una mano sujeta mi cabello, con la otra coloca las mías debajo de mi cuerpo para que no las pueda usar.
Algo dentro de mi se retuerce cuando siento su miembro erecto palpar mi entrada llena de mantequilla.
-¡Contesta maldita!- siento que mi cuerpo de parte en pedazos ha entrado de golpe las lágrimas corren por mi rostro.
-si...
-¿si qué?- vuelve a embestir con fuerza. 
-seré obediente...- he perdido la batalla contra mi misma. Se mueve de nuevo, está vez lento y siento una extraña forma de placer.
Comenzó a moverse lenta y dolorosamente. -Vamos Hannie...deja de llorar...
-Ese hombre tenía muchos niños a su cuidado- salía lentamente y entraba golpeando con fuerza, -nos mantenía encerrados, aterrados... Ese asqueroso viejo saco provecho de cada uno...- sus movimientos se volvieron feroces, mis lagrimas inundan mi rostro, no tengo idea de lo que dice, no entiendo porque hace esto...
-Hannie... oh Hannie... ¿no lo recuerdas? Eras muy pequeña para recordarlo.... - siento su respiración en mi hombro, el peso de su cuerpo me impide moverme... quiero gritar...
-Ese maldito nos usaba para sus negocios sucios, ¿quién crees que me enseño? ... ah!! Hannie,, mmm tan pequeña...
-¡ah!- el bastardo me muerde con fuerza en el hombro...
-¿te gusta Hannie?... ¿se siente bien...?- escucho su risa diabólica y siniestra, y se me eriza la piel -¿aun no te acuerdas?- niego con la cabeza y el maldito me embiste con mas fuerza, siento que me parte el alma en dos, mis ojos se inundan ya no puedo mas....

-cuando tenia ganas de jugar con nosotros te encerraba en tu cuarto para que no lo vieras,- no puede ser cierto, este no puede ser uno de ellos. Intento mirarle pero jala mi cabello de nuevo y me golpeo la cara contra el piso, el dolor en mi trasero es mayor que el de mi cara... -recuerdas que querías jugar con nosotros?

Es imposible, recuerdo cuando era muy pequeña, el viejo trajo a casa a 6 niños, siempre los trato muy mal, les enseñaba el "negocio", el tenia la esperanza de que YongGuk fuera mejor que el, su sucesor. 

-Esos bastardos olvidaron todo lo que nos hizo...- sus palabras llenas de veneno iban acompañadas de movimientos intensos. Cuando las cosas salían bien, el viejo se molestaba, desquitaba su ira contra ellos, los golpeaba hasta dejarlos inconscientes y encerrados en una habitación sin comida ni agua, pero que si fueran perros. Pero cuando los negocios salían bien, festejaba solo con ellos, HimChan me llevaba a mi habitación, me encerraba dentro y no me dejaban jugar con ellos; después de jugar con ellos el viejo les dejaba comer lo que quisieran y les traía regalos, los odie por mucho tiempo porque mi padre los prefería a ellos.

-Cuando nos fuimos... mmmm, empezamos desde cero... no sabíamos hacer otra cosa... - sus embestidas fueron cada vez más y más rápido, hacia rato que deje de llorar, estoy exhausta, no quiero escucharlo -Hannie... ¿sabes cuanto envidie tu posición? Nunca te toco, jamas ese maldito perro te hizo daño...

-YongGuk y los demás jamas quisieron hablar al respecto, nunca hicieron nada, solo querían que lo olvidáramos, esas cosas no se pueden olvidar...- escucho de su garganta gemidos graves, el maldito lo esta disfrutando, quiero morirme...

-dime Hannie ¿como puede un niño de 10 años olvidar al monstruo que le destrozo la vida?

Ya no siento nada, el viejo jamas fue mi héroe, siempre supe que era un ladrón, asesino a sueldo, pero nunca creí que pudiera... los otros, sus amigos, los otros niños que vivían antes aquí... ¡serán aquellos que anunciaron en la noticias? ¿estarán...?

Mi cuerpo se contrae involuntariamente, sus manos me sujetan con fuerza, suelta mi cabello y entierra sus dientes en mi hombro, su cuerpo se estremece por momentos, ya no tengo mas llanto...

Una fuerte corriente fría sube por mi cuerpo cuando Jongup se relaja sobre mi, sus manos frías llenas de tatuajes recorren mi piel debajo de la blusa...

-Nunca me interesaron las mujeres Hannie... solo necesitaba saber que te hace tan especial. ¿Por qué nunca te lastimo a ti? ¿Por qué HimChan te defendía a ti, y al viejo? ¿Por qué nunca hicieron nada? Por eso están muertos... el los mato...





EDITADO 16/07/2020 Correcciones ortográficas y de redacción.

AKARYNEKO: volveré a ver skydive y todos sus videos para terminar esta historia.

La ultima noche en CoreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora