Warming gym💪》J. jkook

First Day.

Habías despertado con la suerte y gracia de estar iniciando tus vacaciones, con la mentalidad preparada para dejar de ser una holgazana y hacer algo productivo este año.

Hace unos cuantos días atrás, terminaste una relación de noviazgo que duró 4 años, por lo que la mayoría de personas creían que una vez comenzando tu periodo vacacional, caerías en picada como vil avioneta de papel. Pero no. Realmente estabas convencida de lo que querías:

Ponerte buena.

Efectivamente, eso era lo que repetías cada año, sin embargo todo quedaba en deseo y simples palabras. Además, en el fondo sabías que tu cuerpo no tenía algo que quisieras modificar, siempre habías tenido una linda figura con la que te encontrabas satisfecha. Ahora era cosa de vanidad y hasta cierto punto, venganza.

Venganza porque aquel tipo que ahora tenía el título de 'ex' se había enojado tanto contigo cuando pronunciaste esas duras palabras que hirieron su "orgullo de hombre", entonces decidió ir a buscarse otra tipa que pudiera llenar su vacío.
¡A la mierda! Tú fuiste directa y se acabó.

Con él, las cosas ya no estaban bien últimamente y no es que pelearan cada 5 minutos, tal vez por eso su sorpresa y coraje, ¡Pero tú no tenías la culpa! Era algo que habías dejado de sentir, ya no visualizabas un futuro con él a tu lado.

Todo se había convertido en una simple rutina: besos, sexo, abrazos, caricias, besos, sexo, sexo, sexo, besos....
¿Qué mierda les había pasado? ¿Qué con tus sentimientos?
Los habías dejado a un lado, al igual que muchas de las cosas que solías hacer cuando eras soltera. Nada era lo mismo y ambos lo sabían, estabas consciente de todas las cosas que viviste con él. ¡Eran 4 años!
Pero caíste en la cuenta que extrañabas esos tiempos y la única forma de liberarte, era esa.

Suspiraste y con la mirada fija en el techo te diste ánimos para comenzar todo. Giraste y tomaste tu celular que yacía encima de la cajonera a un lado de tu cama.

Tecleaste el patrón, prendiste tu ubicación y te metiste en Naver.

Gimnasio.

Escribiste en la barra del buscador y los resultados aparecieron inmediatamente.

Gimnasios cercanos a su localidad...

Diste click en el tercer enlace, leíste acerca de las instalaciones, servicios, horario, inscripciones, clases...lo necesario para convencerte un poco. Ese sería tu gimnasio.

El resto del día pasó tan rápido que sólo notaste cuando el cielo comenzaba a teñirse de un tono rojizo, para dar pie a la oscuridad de la noche.

6:30 p.m.

Pudiste ver en aquel reloj que colgaba de uno de los muros de tu apartamento. No le diste más vueltas cuando ya estabas cambiando tu ropa casual por una deportiva. Te miraste al espejo y sonreíste motivada.

Te alejaste y metiste en una pequeña maleta color rosa lo que creías necesitar; una toalla, una botella de agua, tus audífonos y ropa para cuando salieras del gimnasio. La opción de tomar una ducha y despojarse de aquella ropa sudorosa, sonaba realmente bien.

Siendo las 6:45, saliste de tu casa y emprendiste marcha al gimnasio.

Al llegar, te recibieron dos chicas ofreciéndote una llamativa promoción acerca de la inscripción, la cual aceptaste sin dudar.

—Puede pasar, señorita.

Te dijo la chica que, momentos antes, había llenado tu ficha de datos con peso, edad, estatura y esas cosas que probaran que realmente tuvieras un progreso y no pendejearas por ahí.