Melancolía

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Había una vez una chica soñadora, pensante y enamorada. Su nombre era Amalia.
Amalia solo vivía para alguien, vivía para solo amar y no ser amada, vivía para él. Ella seguía viviendo en su mundo de fantasías y donde el amor jamás termina, donde todo siempre es fácil y donde no hay caminos largos, siempre atajos. Ella siempre estuvo dispuesta a darle todo su amor a él, todo lo hacía por él pero jamás lo notaba. Cada minuto que pasaba, cada minuto en el que Amalia seguí respirando el mismo aire que él, era el minuto más triste que ella podía sentir. El más sincero minuto.
Él es Rorik. La persona más firme, más seria, la persona más importante en el mundo para Amalia, es él. Rorik puede pensar muchas cosas, puede acordarse de muchas personas pero jamás se le cruzará por la mente el nombre de Amalia o su misma apariencia. Jamás.

En el frío y tormentoso mes de Noviembre, se encontraba Amalia sentada en las raíces de un gran y gris árbol. Ella pensaba en muchas cosas, pero en ese momento, el pensamiento más profundo y verdadero era en el que se encontraba Rorik. Triste y desolada se quedó dormida.
Entre sueños y pensamientos, ese era el sueño más real que ella jamás había tenido antes.

Amalia despertó en su sueño, dentro de una caja de cristal, una caja la cual tenía hoyos a los alrededores para que ella pudiese respirar, a la esquina de la caja, se encontraba una larga y suave manta roja y por último, en la pared de vidrio, se encontraba en un fino y dorado marco la foto de ella y la debilidad. Al ver la foto, Amalia corrió hacia atrás, tropezó con la manta roja y cayó. Ella sintió que jamás se acababa el abismo, pero jamás quizo abrir los ojos.

Cuando Amalia por fin los abre. Lo primero que ve es un cuarto. Uno frío, oscuro y triste. Lentamente se levanta del sillón en el que estaba recostada, sigue caminando en ese cuarto en el que jamás hay fin. La debilidad sale entre las paredes oscuras, la toma de la mano y le da un beso.
-¿Qué te ocurre?- le pregunta Amalia con una voz muy suave.
-¿Por qué no estás dispuesta a olvidarlo?- la debilidad le pregunta.
-Cuando alguien ama de verdad a otra persona, los sentimientos siempre serán verdaderos, esos son los más sinceros. Siempre seguirán ahí, y yo lo amo- Amalia respondió.
La debilidad se la lleva de la mano corriendo hacia el gran patio de esa casa en donde se encontraban los dos.

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⏰ Last updated: Nov 08, 2016 ⏰

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Mil Dolores Where stories live. Discover now