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 Ambos bajaron del elevador y Andy comenzó a caminar por el pasillo repleto de afiches de colores. La bonita chica lo seguía sin hablar.

—Así que eres nueva... ¿eh? —él volteó a observarla y ella asintió. —Bueno. Supongo que te verán como carnada... ¿sabes a lo que me refiero? —él volteo a verla nuevamente y ella negó con la cabeza. —Serás un centro de burlas, bromas, cosas así. Los chicos en este colegio son muy... idiotas, comenzaran a molestarte y seguramente halagaran tu trasero. Son unos completos inmaduros. —Andy se detuvo frente a una puerta y luego volteó. —Este es el salón de música. Allí... —señaló la puerta de al lado. —Es el laboratorio. Suerte. —él guiñó un ojo y entró.

—Idiota. —susurró ella e ingresó al salón.

—Biersack, ¿por qué siempre llega tarde? —preguntó la profesora de nariz respingada acercándose al muchacho.

—Problemas. —dijo y fue a sentarse. Saludó a su mejor amigo Ronnie y luego a Jake.

—¿Problemas, Biersack? Usted es un problema. —dijo la mujer.

—¿Problemas, Biersack? Usted es un problema—repitió Ronnie en un susurro.

Los tres rieron y la profesora siguió con la clase.

—Acabo de cruzarme con una chica nueva... —susurró Andy.

—¿Y? ¿Cómo es? ¿Tiene buen trasero? —preguntó Ronnie. Andy lo golpeo en el hombro.

—No seas idiota. —Andy sonrió. —Es bonita... no lo sé, parece muuuuy fuera de tu alcance, Ronnie.

—Nada ni nadie está fuera de mi alcance.

—¿Y qué me dices de la rubia del quinto año? —preguntó Jake.

—Ella es otra historia.

—¿Y la amiga de Seaman? —preguntó Andy.

—Nunca me interesó realmente.

—¿Qué? ¡Estabas loco por ella! —dijo Jake—¡Te encantaba esa chica!

—Podrías evitar contárselo a todo el mundo... —susurró Radke. —¿Cómo es la chica, Biersack?

—Delgada, un poco más baja que yo, castaña, de ojos claros... bonita. —Andy sacó algunos libros. —Está en el laboratorio.

—¿La seguiste? —rió Jake.

—¡No! —Andy suspiró. —La acompañé, digamos... es nueva y no sabía donde quedaba el laboratorio. Compartimos el elevador, nada más.

—¿Cómo se llama?

—Hey, solo la observé un poco y la acompañé al laboratorio, ¿quieres que te diga donde vive y cuanto usa de sostén?

—Tranquilo, Andy... solo preguntaba.

—Relájate, hermano. —rió Ronnie. —Oigan, hay algo que se me hace muy extraño.

—¿Qué? —preguntaron ambos chicos.

—La profesora no está hablando... —susurró Ronnie. Los tres comenzaron a buscar con la mirada a la profesora y ella no estaba. —Debió irse... tal vez tuvo una emergencia como perdida de orina y fue a cambiarse el pañal.

Los tres rieron.

—Los únicos que se irán son ustedes tres, señores Radke, Biersack y Pitts... —dijo la mujer detrás de los muchachos. Ambos voltearon y sonrieron. —Salgan, ya.

Ronnie y Andy tomaban eso como una victoria ya que no querían tener a la insoportable profesora detrás de ellos mientras que Jake se preocupaba ya que él no era un chico que solía meterse en problemas. Salieron al pasillo y se sentaron allí.

—Mis padres me matarán por su culpa. —dijo Jake.

—Nadie te obligó a hablar, Jake... —Ronnie le sacudió el cabello a Pitts. —Ahora cálmate, esto le pasa a cualquiera, además la profesora es muy exigente... ni siquiera se puede respirar. Si tus padres te dicen algo yo estaré como testigo, les diré "oigan, señores, su hijo es buen muchacho, no es su culpa".

—Mejor ni trates de ayudar, Ronnie, siempre termina todo mal cuando mientes.

—Si, Andy tiene razón. Déjalo así, dudo que llamen a mis padres...

—Bueno, yo solo decía. ¡Cuando quiero ser buen amigo ustedes me lo impiden!, ¿Cómo creen que me siento yo? —Ronnie fingía llorar— ¡Son unos bastardos!

Los tres se miraron y comenzaron a reír.

—Oigan, —Ronnie llamó la atención de los otros. —¿Vamos al laboratorio?

—¿Por qué? —preguntó Andy—Ohh, la chica nueva.

—Exacto. Vengan... —Radke se levantó y observó por la ventana del laboratorio. Había unos cinco alumnos y no había profesor. —No hay autoridad.

Andy rió maliciosamente.

—Entraremos normalmente y nos sentaremos, cuando el profesor llegue le seguimos la corriente, después de un rato de diversión saldremos del laboratorio como si nada y luego corremos si las cosas se ponen feas, ¿si? —dijo Ronnie.

—¿Qué?, ¡No!, no pienso meterme en este lío, no, gracias. —dijo Jake.

—Aguafiestas... ¿tu que dices, Andy?

—Por supuesto que si.

Ambos entraron al salón y los alumnos que estaban allí —entre ellos la chica nueva— dirigieron la mirada hacia la puerta.

—Hola, chicos. —dijo Ronnie con los brazos extendidos. Él se sentó junto a una chica rubia que estaba lamiendo un chupetín, Ronnie le sacó el dulce y se lo metió en su propia boca. —Lo siento, preciosa.

La chica nueva rodó los ojos mientras que la rubia acariciaba el pecho de Ronnie. Andy observó a la nueva y se sentó junto a ella.

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⏰ Última actualización: Nov 08, 2016 ⏰

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INOCENTE PRINCESA (Andy Biersack)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora