Disclaimer applied.
Dedicado enteramente a St. Yukiona.
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—Dame diente—
| 1 | Sueños carmesí
En Miyagi corría un rumor.
Criaturas con un inusual color de pelaje estaban asustando a la población.
Los primeros rumores decían que se trataban de zorros salvajes con pelajes rojizos. De ahí nació un segundo rumor. Decían que se trataban de lobos, lo cual era más estúpido. Y eso dio origen al tercer rumor, el que sonaba que debía tener su origen de la boca de algún viejo luego de una cantidad considerable de copas encima en una noche de ebriedad.
Totalmente ridículo e improbable.
La primera vez que Kageyama vio a los Hinata no pudo apartar la mirada.
A pesar de que su madre hizo de todo para no toparse con ellos durante el día de la mudanza, Tobio insistía en adherirse al suelo, de ser posible, y permanecer de pie observando al curioso hijo de aquél matrimonio.
Los Hinata eran algo tenebrosos.
Todas las noches el matrimonio volvía del bosque con la cena que ellos mismos habían cazado. Y pese a que el señor Hinata insistió muchas veces en que su rifle y su técnica eran demasiado silenciosos como para ser percibidos, nadie veía normal que su propio hijo también fuera parte de esa actividad tan extraña.
El tercer rumor tomó forma y veracidad años después cuando Tobio cumplió dieciséis y Hinata también.
—¿Hinata está bien?
El matrimonio Kageyama había salido de la ciudad lo cual era excepcional para Tobio pues así podría visitar a su amigo sin ser reprendido después.
—Lo siento pero hoy Shoyo está indispuesto a verte.
—¿Indispuesto? —la mujer lo mira entre alterada y preocupada—¿He hecho algo malo? —ella niega—. Entonces...
—¿Kage...yama? —Shoyo apareció a los pies de la escalera segundos después, sudoroso, ansioso, con las pupilas dilatadas y con un semblante de haber contraído la peor de las enfermedades.
Instintivamente Tobio estiró su mano para tocarlo, lo cual lo llevó a pegar un aullido de dolor luego de que Hinata se le hubiese lanzado encima para morderle.
...
La primera vez que Kageyama le dio su sangre a Hinata fue a los cinco años.
Esa fue la primera vez que fue marcado.
La primera vez que supo que Hinata era especial.
—Te ordeno que me abandones —y ese mismo día le pidió lo imposible.
Si tan solo le hubiese escuchado.
Si tan solo su aroma dulzón no hubiese despertado tanto deseo en Shoyo.
Si tan solo se hubiese negado a ofrecerle su sangre incluso cuando Hinata era quien se la pedía a gritos.
Si tan solo Tobio se hubiese ido con sus padres y no se hubiese quedado.
—¿Por qué no me abandonaste cuando te lo pedí? —Y ahora Hinata se encuentra sobre su cuerpo, llorando y convulsionando, con los ojos reluciéndole intensamente y con las fauces propias de una bestia luego de alimentarse.
Llenas de sangre.
Kageyama ahora apenas y respira. Apenas y puede distinguir los ojos malditos, pero bellos, que Shoyo posee. Mismos que le miran con el dolor de su corazón y el peso de la culpa ante tan cruel desenlace para ese amor que entre noches secretas nació. Ahora no queda nada, solo sangre, suciedad y llanto.
Y un hueco en el pecho de Kageyama junto a una mordida en su brazo. Ese hoyo que es prueba vida de ambos.
Las lágrimas que se acumulan en las bonitas pestañas de Hinata caen sobre las suyas.
Y eso que arde en su pecho ya no es dolor.
.
.
[Continuará]
Notas:
¡Que no les asuste el prólogo! xDD
Les juro que todo tiene su explicación. ¿Muere o no muere? Voten. Ok no. Pero recuerden que soy pro-Vida, cursi en exceso, dramática como yo mera, pero la tragedia es necesaria en este primer acercamiento. No demos por sentado que está muerto(?)
La carrera de "escribir en menos de dos horas" tuvo sus frutos y por eso decidí extender este drabble, así que en el próximo capítulo espero sanar sus almas(?) -cries un japanese-
Baits.
Ryosse-out!

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Wendigo【Haikyuu-KageHina】#Volleyball2019
FantasyEn Miyagi corría un rumor, mismo que tomó veracidad cuando ambos cumplieron dieciséis. La primera vez que Kageyama le dio su sangre a Hinata fue a los cinco años. -Te ordeno que me abandones. Esa fue la primera vez que fue marcado. La primera ve...