Nunca fue mi intención | Loki Laufeyson

Mi juventud es tuya

La melódica risa de Loki hizo eco en todo el palacio, los ligeros pasos de Liv siguiéndolo de manera ansiosa.

—¡Loki! —Grito ella, riendo. Él continúo su carrera, deteniéndose solamente cuando Liv tropezaba con él. Los dos cayendo en un montón de risas sin importarles la atención que atraían hacia ellos—. Loki —repitió Liv, levantando la corona hecha en casa, hacia él. Era una pequeña cosa fea, hecho de ramitas entrelazadas y flores. No obstante, él lo observo en completa adoración.

—Me encanta —dijo él, posándola ligeramente en su cabeza.

—Rey Loki —lo saludo Liv de manera burlona, cayendo en una rodilla.

—No soy un rey —Loki sonó amargo. Los ojos de Liv se suavizaron, llevando una mano a su mejilla.

—Tú siempre serás mi rey —respondió ella con sinceridad. Él le sonrió, posando su mano en la de ella—. Feliz cumpleaños, Loki.

—¡Ahí estas! —Llamo una voz femenina causando que Loki y Liv se separaran. La mujer tenía una sonrisa sabihonda en su rostro y sus ojos chispeaban de dicha.

—¿Madre? —Inquirió Loki.

—Tu hermano desea hablarte —Loki abrió su boca para oponerse, pausando para mirar a Liv. Él se volvió a su madre con un suspiro, asintiendo.

—Buen día, Liv —su voz fue más suave de lo normal.

—Adiós, Loki —susurro Liv, sonriendo mientras él se iba.