¿Ya no crees en mi, amor?

¿ por qué?

-Amor, ¿¡por qué lo hiciste?!, ¿ qué hice mal?.

Me repetía a mi mismo una y otra vez, mientras sentía una gran ira acumularse en mí, después de verte, entregando tu sensualidad a alguien más, estaba destrozado.
Estefanía, esta vez me hiciste daño, tú sabes que te amo, hoy y siempre lo haré.
Desgraciadamente, ya es muy tarde, ya no me escucharás, pues te he perdido, nunca supe cuando, cómo o porqué, yo siempre traté de enamorarte una y mil veces, pero creo, que eso solo de mí te alejó, ¿por qué?, ¿o es acaso que nunca me amaste?, decidiste derramar tu pasión con alguien más, ¿qué he hecho mal?, siempre te busqué, pero quisiste excusarte; "Hugo, esto, lo siento, mira, déjame explicarte".

Tus palabras ya poco me importaban, ya no quería sentirme engañado, cada simple oración era un caos en mi cabeza, no me permitías pensar con claridad.

Ahora me arrepiento de lo que te hice.

La ira me dominaba, intente controlarme, tú no cooperabas, te lastimé, ¡te lastimé mucho!, ¡LO SIENTO!, ahora ya no sé que hacer, tú estas en el hospital, yo ni siquiera tengo la cara para aparecerme por ahí, te amo, discúlpame, eres lo que más quiero, y soy lo único que tienes, pero ya no debo estar contigo, perdóname, ya deberé de hacerme a la idea de que quizás quieras irte ¡con ese desgraciado!. Ese sujeto era un idiota, ni siquiera se tomo la molestia de defenderte, sólo huyó como un cobarde. Me duele que me hayas sido infiel con alguien como él, ya no se qué hacer, ¿todo acaba aquí?, aún recuerdo como comenzó:
#flashback#
Un día, de camino a mi casa, comenzamos a platicar;
-Oye, ¿a ti te gustaría tener novia?.
-yo ehr...
En esos momentos, moría de ganas por decirte lo que sentía, sin embargo, me interrumpirse;

-Bueno, en realidad, la pregunta sería, ¿quien quisiera tenerte de de novio?, JAJAJAJAJA.
Eso si que me dolió, me enojé bastante, intenté no decirte nada, más mis gestos, me delataron;

-Hombre, cálmate, no es mi culpa que seas tan feo, además, no es para tanto.

- Ah, supongo...

Del enojo pasé a la tristeza, tenías razón, yo era bastante alto, muy delgado, usaba frenos y pese a tener los rasgos de mi padre, (un hombre muy atractivo) tenía grandes defectos típicos de la adolescencia;
Desde los cambios de voz, hasta el acné, tanto era aquello que me apodaban el prisionero, que por los "barrotes", lo cual se me hacía muy humillante y sin darme cuenta, ya habíamos llegado.
Mi no muy humilde hogar, ¿quién hubiese imaginado que esa casa Se llenaría de recuerdos tan bellos y otros trágicos?, mi casa, era grande,gracias al esfuerzo de mis padres, quienes eran personas estudiadas y trabajadoras.
Al entrar, fuimos recibidos por 3 de mis 7 hermanos;
-¡hola Hugo!, ¿quién es la visita?.
Preguntaron al unísono,
- Es un amigo mío, se llama Esteban, los presento;
Esteban, ellos son mis hermanos mayores, Adrián, Bernardo y Dany.
Después de aquello, nos dirigimos a mi habitación, para dedicarnos a hacer el trabajo que en la escuela nos habían dejado.
-Ya enserio, ¿te gustaría tener novia Hugo?.
Me tomé unos segundos para asegurarme de que mi respuesta fuera asertiva.
-pues yo no quisiera tener novia...
Precisamente.
Esteban, se sorprendió con mi respuesta, temeroso me contestó;
-¿a qué te refieres exactamente?
-nada, yo solo, olvídalo.
Le restamos importancia y seguimos con el trabajo.
Cuando estábamos a la mitad de la tarea en cuestión, Esteban quiso preguntarme algo que me dejó completamente sorprendido;
-Esteban, ¿te puedo contar un secreto y no te burlas?.
-¿porqué habría de burlarme?.
-es que...
Se veía bastante nervioso, jugaba con sus dedos y evitaba mirarme, tomó aire y prosiguió;
-no sé como decirte esto, enserio no le vayas a decir a nadie.
-tranquilo, tu sabes que puedes confiar en mí.
-me he estado sintiendo bastante raro, bueno, en realidad, no sé, así me siento desde siempre...
-No te entiendo.
- bueno, lo que quiero decir es que, me gustan cosas...
Que no deberían gustarme.
-¿a qué te refieres?.
Esteban, estaba pálido, realmente se veía asustado.
-juguetes, ropa, etcétera, cosas que no son de hombres, ¡no le vayas a decir a nadie por favor!.
Aquello me dejó bastante impresionado, más quise tranquilizarlo;
-no te preocupes, yo no le veo lo malo, incluso podrías ayudarme...
-¿a qué te refieres?...
Continuará...