Capítulo Único.
«Fairy Tail es propiedad de Hiro Mashima»
El pequeño de cabellera azul y tatuaje en el rostro mira el cielo en esa noche sin luna. Sus ojos reflejan soledad, su alma pierde el brillo conforme la noche avanza. Tanto sufrimiento hace mella en su cuerpo por más que se esfuerce en ocultarlo de todo el mundo, aunque sabe que se al menos ella se ha dado cuenta.
Pero no le preocupa, mientras ella lo sepa no tiene por qué temer. Porque ella es la única que comprendería. Sonríe al pensarlo. Y se da cuenta que para ser solo un niño, ha madurado demasiado rápido.
— ¿Jellal? — su dulce voz llega hasta él, desencadenando cosas que deberían seguir encadenadas. — ¿Por qué estás tan solo?
Soledad. Ese momento de la vida en el que te das cuenta de que no importa lo que hagas, no será suficiente mientras no tengas alguien con quien compartirlo. Y duele, lo sabes, pero frente a ella no tratas de ocultarlo. No obstante, no se necesitan palaras entre ellos dos. No para ser felices por un instante.
— Erza...— su nombre le suena casi como miel. Agua para un sediento que no ha sabido de nada más que la calurosa arena toda su vida. ¿Cómo resistirse? No podía, nadie podría hacerlo una vez encuentras tu propio manantial. — Vena aquí, mira las estrellas.
Ella se acerca, a paso lento, como si tratara de descubrir una treta. Pero al final no duda, porque en los ojos del muchacho sólo ve bondad, siempre es el mismo brillo mágico si ella está reflejada en esos irises.
— Son muy bonitas ¿verdad? — él le sonríe. Ver el rostro de Erza iluminado por los cuerpos celestes es casi adictivo. Cada fragmento de su piel parece brillar cuando el mínimo atisbo de luz se pasea por su ser. Era hermosa, sin decir más.
— Elige una— Jellal se sienta sobre sus rodillas con una expresión juguetona. — Vamos Erza, elige una. Si quieres yo elegiré primero.
— Elijo aquella— Erza le indica un conjunto de tres que vuelan encima de la constelación de Sagitario.Sonríe encantado. Erza sin quererlo hace hincapié en una de sus estrellas favoritas. Altair.
— Es muy bonita verdad— Erza asintió convencida— Cuenta la historia de amor entre dos personas— la chica enrojeció con aquello, avergonzada— que no pueden verse mucho tiempo. Se aman con locura, pero el destino les separa cada vez más.
— Es muy triste— Erza hizo un puchero.
— Pero es una bonita historia ¿verdad? — Jellal suspira mientras saca algo de un bolsillo— Toma, es para ti.
Luego de que la pequeña asiente sonrojada, recibe de las manos del Fernández una diminuta joya rubí.
Nadie dijo nada, porque no era necesario. Ella lo abraza con fuerza, agradeciéndole el dulce gesto. Él no dice nada, sólo sostiene con fuerza la pequeña piedra del azul del mar que ella deposita en sus manos con aquel abrazo silencioso. Y Jellal es feliz, sólo así, sólo con ella. Sólo en ese instante.
[...]
— Jellal— el mencionado despierta de su pequeño lapsus. El antes niño es ahora un hombre hecho y derecho. Vuelve la cabeza ante el llamado de su compañero; un hombre de orejas puntiagudas y cabellera borgoña. — Hay que irse.
Él asiente en silencio y una vez que se queda solo, sigue contemplando el zafiro que lleva guardando tantos años, brillando con una luz mágica.
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In the Sky
Fanfiction- Elige una- Jellal se sienta sobre sus rodillas con una expresión juguetona. - Vamos Erza, elige una estrella.