Un nuevo amigo

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Después de aquél sueño tan extraño...se vio y se sintió tan real, que me confunde si de verdad lo soñé o de verdad lo pasé...Por el momento eso ya no importa, me levanté y eran las 6:22 de la tarde, mi cara ya no me dolía tanto, me empezó a dar hambre así que decidí bajar...espero no toparme con Oliver. Bajé por las escaleras y vi a Oliver mirando la televisión, ya no olía a alcohol, de seguro ya se atrevió a bañarse, caminé a la cocina sigilosamente, o al menos que no me escuchara para que me reclame...empecé a hacerme algo de comer, mientras, pensaba en ese sueño, ¿Qué era esa cosa que me abrazaba? ¿De quien era esa voz? Tenía tantas dudas en mi cabeza, terminé de prepararme algo y comí, aun seguía pensando en ese sueño, realmente fue extraño, la frase que decía fueron un poco extrañas... ¿Guardiana del Zafiro del lobo? No entiendo...Yo no tengo algo en especial que se acerque a eso...a menos que no yo lo sepa de mi. 

En el sueño, la luna se veía azul, todo era tan oscuro, esos brazos eran tan fríos, que me evitaban moverme...de verdad, dudo que haya sido un sueño. Terminé de comer y salí por la puerta trasera de la casa, quise caminar un rato para despejar mi mente, caminé hacía el parque y di unas pocas vueltas, me cansé así que me senté en la banca que estaba cerca de ese pequeño lago...donde tengo todos mis recuerdos de mi niñez, miré el lago y suspiré tranquilamente, me sentía relajada, cerré los ojos y sentía como si solo estuviese yo sola en el parque, sintiendo la brisa en mi cara, con eso mi cara se relajaba y ya no sentía tanto dolor, casi me quedo dormida, pero unas risas rompieron la tranquilidad que tenía...4 chicos se pararon frente a mi...era el maldito de Neri y sus estúpidos amigos.

-Miren quien esta aquí, ¿por fin te dieron lo necesario para que dejes de ser una niña rara?- Dijo Neri entre risas, mientras sus amigos también se reían, desvíe la mirada evitándolos, -Te mereces esos golpes por ser alguien tan pero taaan estúpida- Neri se aceró más a mi y se rió, su risa me irrita de verdad. -Pobre de tu padre, apenas te soporta como tal estúpida eres- Dijo Neri riéndose más...-¡¡ÉL NO ES MI MALDITO PADRE!!- Le grité a Neri tan enojada, que lo empujé muy fuerte, que este cayó al lago, dos de ellos fueron por Neri ya que el estúpido no sabe nadar, mientras los otros dos se me quedaban viendo como si ya fuese una cosa peligrosa, yo los miré amargamente. -¡Maldita!- Gritó Neri con mucho enojo mientras salía del lago por la orilla, se levantó mientras su ropa aun escurría mucha agua, a la vez verlo así, no pude evitar reírme ya que parecía rata caída de un escusado, se veía tan gracioso que no me arrepiento para nada de haberlo empujado. -¿¡De que te ríes tanto maldita!?- Dijo Neri aun mas enojado, mientras exprimía su ropa escurriendo más agua, se acercó a mi, levantó rápido la mano y estuvo apunto de golpearme...pero...un perro de raza Alaska corrió asía Neri y ladró muy fuerte, noté que Neri al escuchar al perro se asustó, el perro se acercó más a el y me mordió el brazo, Nerí se asustó mas y corrió tropezándose a la vez, se veía algo gracioso por que ya parecía rata mojada asustada por un perro. Neri se fue corriendo hasta su casa, mientras sus amigos a la vez también parecían asustados, el perro les ladró y ellos se fueron corriendo, me reí un poco y el perro se acercó a mi, me arrodille para verlo mejor y este me lamió la mejilla, le acaricié la cabeza y lo abracé, de verdad este perro me defendió de estúpidos miedosos. Me levanté y sonreí, -Buen perro- Le acaricié el lomo y suspire, empecé a caminar directo a casa, ya estaba oscureciendo, pero el perro me seguía, al parecer el perro se encariñó conmigo, puedo dejarlo aquí en el frío, me quedé a pensar unos minutos, hasta que decidí llevarlo a casa, seguí caminando hasta llegar, entramos sigilosamente por la puerta trasera, Oliver estaba dormido así que era casi seguro pasar, fuimos directo a mi cuarto, abrí la puerta. -Bien pequeño, espérame un momento aquí, iré por algo de comida para ti- Le dije y le acaricié la cabeza y bajé a la cocina, agarré comida, la más que podía y corrí a mi cuarto, el perro estaba sentado en el mismo lugar donde le dije que estaba, le di el plato de comida y el empezó a comer, si que es un perro tan lindo. 

 

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The Guardian Wolf SapphireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora