Reencuentro por Navidad

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Despierto con una sonrisa en mis labios, alejo mis brazos del cuerpo de Harry y me estiro, emito un pequeño jadeo al sentir como mis músculos se quejan, Harry gruñe y me acerca de nuevo a su cuerpo, murmura algo ininteligible y vuelve a dormir, observo sus facciones, son casi perfectas, rasgos cincelados exceptuando la mandíbula, tiene una pequeña marca que con totalidad aseguro es mía, adoro recorrer su cuerpo con mis labios, en su cuello se ven diversas marcas de amor, su pecho luce unos curiosos rasguños, la carne enrojecida va acompañada de la eterna tinta que adorna el cuerpo de Harry. Con mi dedo repaso todos los tatuajes que veo, notando la diferente textura y los desniveles debido a los músculos que cubren su cuerpo. Me paro en la mariposa, me gusta, puede ser algo ostentosa pero simplemente por la causa que apoya es perfecta. 

-Vas a gastarme-Harry murmura con esa voz ronca que hace que mi corazón se salte algunos latidos, mi mirada vuelve a su cara, luce en sus labios una sonrisa ladeada que hace que sus hoyuelos salgan a la luz, sus ojos están cerrados pero se abren con rapidez cuando acaricio con la punta de mi dedo índice su labio inferior, más rojo e hinchado debido a los innumerables besos que nos hemos prodigado.-¡Te he extrañado demasiado!-él habla acercándome más a su cuerpo, mis piernas se entrelazan con las suyas, mi cabeza se encuentra en el hueco de su cuello, mi mano derecha viaja acariciando su espalda la izquierda se queda posada en su pectoral derecho, noto su respiración, suave, tranquila, relajante, sus dedos perfilan mi piel en un camino lento y tranquilizador, jadeo cuando pasan por mi omoplato derecho. Él se aleja un poco y mira el lugar que ha acariciado anteriormente, sé que ahí hay una mordida suya, y hoy probablemente este amoratado.-Lo siento princesa-él dirige sus labios a esa zona y hace que varios escalofríos viajen por mi espina dorsal. Su aliento choca contra mi piel y la dulzura con la que besa esa marca hace que mi corazón se derrita.

-Me necesitabas tanto como yo a ti-le respondo perdiéndome en esos ojos verdiazules y rozando delicadamente una de las marcas que le he dejado en el cuello. 

-Gracias por venir-su mano izquierda acaricia en patrones circulares mi hueso de la cadera derecho. Mis dedos se pierden entre esos rizos que ahora mismo están desordenados. 

He hecho un viaje de 15 horas para estar aquí con él, he cogido 3 aviones y he estado a punto de matar a un idiota que decidió que lo mejor que podía hacer era ir a paso de tortuga, pero con tal de estar aquí entre sus brazos todo merece la pena.

-¿Estás bien?-le pregunto llevando una de mis manos a su frente, no, Hazz no tiene fiebre. 

-Perfectamente, ¿por qué?-frunce su ceño levemente y mordisquea su labio inferior. No Harry, no hagas eso porque entonces estamos perdidos.

-Aunque no me lo hubieses pedido, iba a venir sí o sí, esta es nuestra primera Navidad juntos-le respondo acercándome a morder su labio. Él me agarra por la cintura y giramos, quedando yo sobre su cuerpo, nuestros labios se mueven al mismo compás, lento, sin prisas demostrando todos y cada uno de los sentimientos que estamos viviendo, mis dedos se pierden en su cabello y los suyos acarician la piel de mi espalda, rompemos el beso debido a que nuestros pulmones claman por aire. 

-Te quiero-susurra mirándome fijamente a los ojos, enmarcando mi cara entre sus manos. 

-Yo también te quiero- le respondo lentamente, sus ojos, sus preciosos ojos me hipnotizan, las caricias que prodiga a mi cuerpo hacen que la piel de gallina aparezca, él y yo somos perfectos en este preciso momento, simplemente compartiendo nuestro amor, disfrutando de las reacciones que el otro crea en nosotros y que nosotros creamos en el otro. Él se sienta, llevándome consigo, hunde su cabeza en el hueco de mi cuello haciendo que deje caer mi cabeza hacia atrás dándole todo el espacio que necesita, su nariz roza mi piel, su aliento la calienta, miles de sentimientos viajan por mi cuerpo, la sangre late más rápido en mis venas, soy capaz de escuchar mi pulso atorando mis oídos y este hombre sólo ha necesitado una leve caricia, sus labios dejan un dulce rastro en mi piel y cuando saca su lengua a jugar debo agarrarme a su cabello ya que la sensaciones que me invaden son tan fuertes que siento que puedo volar, un pequeño jadeo es emitido por mi boca, mientras él suelta una dulce risita, sabe lo que provoca en mí, Harry decide que sus dientes tomen partido así que me obligo a dejar su suave cabello y darle libertad a mis dedos para que acaricien lo que quieran, me sujeto a sus hombros cuando me acerca aún más a su cuerpo, hundo mis uñas en su piel cuando muerde el lóbulo de mi oreja. 

-Eres mía como yo soy tuyo-susurra antes de besar mis labios fuertemente, siento que las mariposas de mi estómago se han multiplicado, mi cuerpo responde a sus caricias, mis labios siguen el conocido vaivén, paso a adentrar mi lengua en su boca, obteniendo y degustando su característico sabor, muerdo su labio inferior y obtengo un gemido de su parte que enciende mi sangre, dirijo mis labios a su cuello y después a su pecho, él tiene una sonrisa de satisfacción tirando de sus labios, cuando besó una de las marcas que le he dejado  pone un mohín en sus labios que hacen que mis ganas de morderlos aumenten. 

Mi teléfono suena, rompiendo nuestro momento.-¡Joder!-él se queja mientras lleva sus manos a su cara y la esconde. Yo miro el identificador de llamadas, es Zack, cuelgo y le escribo un rápido "ocupada, te llamaré" que le envió para después volver hacia Harry y empezar a besar su espalda, acariciando sus músculos tensos e intentando que se relajen, él maldice y se tensa más. 

-Ya lo he apagado rizos-susurro en su oído, besando la línea de su mandíbula. 

-¿Zack no?-pregunta en respuesta. Yo acaricio su espalda con lentitud, creando patrones irregulares que hacen que su vello se ponga de punta-¿era él?-pregunta de nuevo poniéndose de lado y mirándome fijamente. 

-Harry…-comienzo.

-¿No entiende que tienes novio?-se queja mientras veo furia en sus ojos. 

-Hey-me pongo sobre él y consigo que se acueste- eres mío, todo mío y yo soy tuya-beso sus pectorales lentamente-te quiero a ti, y eres la persona que consigue sacarme las mejores sonrisas- esta vez me acerco a él y dejo nuestros labios prácticamente juntos- deja de preocuparte por el resto del mundo y disfrutemos esto-estrello mis labios contra los suyos, adentrando mi lengua en su boca, dejando claro que él es mío y que yo soy suya.

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