Silencio.
El silencio absoluto era lo único que llenaba el hogar de los jóvenes enamorados que mantenían un debate a través de la gruesa puerta del baño.
Ninguno de los dos articulo palabra alguna en ningún momento.
-Eh... ¿Hoseok? –preguntó el pálido muchacho al ver la extraña posición de su amigo en la puerta.
-Oh, Yoongi...
-¿Ahora qué?
-Taehyung está en el baño.
-¿Y te estas cagando o algo por el estilo?–dijo soltando una carcajada ronca, pero sonora; demostrando así que acababa de despertar. Tras su comentario, la risa de Taehyung no se hizo esperar, y acto seguido, logró abrir la puerta.
Hoseok se alarmó y por consecuencia tuvo que apartarse lo suficiente para que Yoongi soltara una mueca, dando a entender que entraría primero que él.
-Si tanto quieren coger vayan a un motel o algo; yo qué sé. –finalizó cerrando la puerta que mantenía separados a los dos chicos, ahora sonrojados por el comentario que lograron escuchar con anterioridad.
Silencio.
Silencio era lo único que llenaba el ambiente incómodo que los rodeaba ahora.
-Ya, hasta aquí.
Hoseok, luego de sus palabras, como pudo tomó con su mano izquierda la muñeca derecha de su compañero, y luego de llegar a su habitación, cerró con su mano diestra la puerta, colocándole seguro.
-Oye... ¿Ahora q-
Las palabras de Tae fueron inesperadamente interrumpidas por un beso lleno de sentimientos, unos inocentes, y otros no tanto. Era un beso lleno de momentos felices y tristes, de enojos y celos, de todo lo que nunca pensaron que compartirían el uno con el otro.
Según el internet y toda persona con al menos un poco de sentido común y madurez, el amor se podría definir como: Sentimiento de vivo afecto e inclinación hacia una persona o cosa a la que se le desea todo lo bueno.
El beso que Taehyung había recibido y con dificultad comenzó a corresponder, logró traspasar las barreras textuales que posee esa clase de sentimientos. Al parecer el "ver para creer" no sólo aplicaba en ese ámbito, sino en millones y millones de situaciones más complejas de lo que parecían, como en la que ellos se encontraban.
Luego de intentar darle un chance al intento de beso que no deseaba terminar, Taehyung correspondió lenta y torpemente al gesto de intimidad que su compañero le había obsequiado, dando a entender que, aunque no tuviera experiencia en ello, no deseaba detenerse. Dio paso a la lengua de Hoseok a su cavidad bucal y, a su vez, entrelazo sus manos en su cabello, para evitar a toda costa que se separaran.
Pero los pulmones necesitan aire.
-¿Esto contesta tu pregunta, Tae? –pregunto un jadeante Hoseok, rozando su nariz junto con la de su "compañero" luego de separarse.
-No, aún no me queda claro.-dijo besándole de vuelta.
La batalla entre sus acaloradas anatomías estaba definida por caricias, roces y un apasionado beso que no le dejaba absolutamente nada a la imaginación. Hoseok no pensó que esto sucedería, pero siempre imaginó en cómo sería si de verdad ocurriera.
Ni en sus más salvajes fantasías con Taehyung se detuvo a pensar en lo bien que sus labios encajarían con los suyos, o en como su pequeño cuerpo, a su comparación, estaría derritiéndose justo ante sus ojos.
-"Este es el momento."- se dijo Hoseok entusiasmado.
Sacándo provecho a la situación en la que se hallaba, lentamente sus besos comenzaron a bajar hacia el cuello de Taehyung, haciéndole jadear sonoramente con cada muestra de afecto que le proporcionaba. ¿Acaso esa fue esa su lengua? Taehyung no lo sabía, y vaya que le valía mierda. Solo le importaba lo jodidamente bien que se sentía junto a él.
Sin comerlo ni beberlo, ambos se encontraban disfrutándose entre sí encima del colchón de propietario indefinido; acariciándose, viviéndose y amándose con inmensa locura. La ropa siempre sobra en esta clase de ambientes, y su situación no fue la excepción. Con más brusquedad de lo que a Hoseok le gustaría aceptar, retiro la parte de arriba del pijama de Taehyung, mientras este le veía avergonzado con una mirada llena de lujuria disfrazada de inocencia.
-Demonios, Tae.- dijo Hoseok entre besos.- ¿Te das cuenta de que eres mi perdición?
Pero no hubo contestación.
Bastó y sobró con sacar el pijama de Hoseok para saber que la respuesta a su pregunta era afirmativa.
-"No sabes lo consiente que estoy de eso, hyung."
Con sus vestiduras en el suelo y el calor aumentando, sólo quedaba una cosa por hacer.
-¿Estás seguro de esto?
-¿No crees que es algo tarde para preguntar? –dijo Taehyung riéndo, recordándole a Hoseok por qué le amaba tanto.
Primer atentado.
Lágrimas empezaban a salir de los ojos de Taehyung, mientras ahogaba múltiples sollozos en la almohada que mantenía en su rostro. Segundos más tarde, tuvo la fuerza de voluntad suficiente para articular palabra:
-Hoseok, muévete.
Segundo atentado.
Dolía, y mierda que lo hacía. Taehyung se encontraba esperando el momento en el que el dolor desgarrador fuera remplazado por un placer indescriptible ¿Qué acaso no dejaba de doler a la primera?
Tercer atentado.
Las lágrimas habían dejado de caer y, mientras las anteriores comenzaban a secarse en su rostro, los sollozos eran convertidos en jadeos sordos y gemidos diminutos.
Cuarto, quinto, sexto...
Ya no sentía dolor.
-"Se estaba tardando demasiado, carajo."
Sus caderas iban al mismo compás que las de Hoseok, y de él ni hablar: Estaba disfrutándolo más que Taehyung.
Los besos y caricias no cesaban, mientras que los ambos amantes se disfrutaban entre sí como si mañana no hubiese, hasta que los dos, extrañamente sincronizados, llegaron a su límite y, con un último jadeo, cayeron rendidos uno continuo al otro.
-Ah, Taehyung-ah...
-¿Sí?
-¿Ahora si te ha quedado claro?
-¿Ganaré otra ronda si digo que no?
-No.- dijo Hoseok riéndo y volteando la mirada hacia su compañero.
-¿Sabes? Basta con que me mires para que me quede claro.- continuo Taehyung besándole antes de abrazarlo y tratar de descansar.
****
Ggg, no importa si son pocas personas quienes leen, gracias igualmente <3.
Espero que disfrutaras al menos un poco de la historia, btw <3.
ESTÁS LEYENDO
Focus. [VHope]
FanfictionCada vez que miraban al cielo por separado, todo era obscuro. Pero, cuando estuvieron juntos, cada vez que lo veían, nunca era del mismo color.