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El miedo vive en nuestro interior.  Te consume hasta que ya no queda nada y luego te deja caer, en un acto de valentía.

Anoche,  tuve miedo, como jamás podría haber tenido.

Se introdujo en el interior de mis huesos y me hizo gritar.

Gritaba esperando que alguien escuchase mi voz.

Alguien estaba enfrente mío, y respiraba junto a mi.

Me fijaba y respiraba. Una especie de ritual.

Luego, cuando dejé de gritar, escapó lejos, porque entendió que ya no le tenía miedo.

19.08.16
-Erika

Erika's DiaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora