Prólogo

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Era una tarde lluviosa en la Tierra de los Ríos. Entré en una taberna a un par de kilómetros de Agusdulces, ahora gobernada por los Frey. La tasca estaba destartalada, parecía que no había mucho tránsito de viajeros, debido a la guerra, seguramente. Al entrar los parroquianos (los pocos que había) se giraron y escrutaron con detenimiento la entrada.

-¿Qué le pongo señor?-el tabernero tendría unos 40 y tantos años, tenía el cabello pelirrojo y los ojos castaños-

-Señora-dije quitándome la mojada capucha-Cerveza-

-¿Sois una viajera, mi señora?-preguntó el hombre, llenando la jarra con un odre-

-Se podía decir que sí-dijo dándole un largo sorbo a la ya servida cerveza-

-¿Has corrido muchas aventuras?-me preguntó una vocecilla. Era un niño de uno 8 años -

-Hoster, no molestes a la clientela- reprendió el tabernero- Lo siento mi señora, no pasan muchas personas por aquí y el chiquillo es curioso-

-No pasa nada-dijo con amabilidad-

-¿Habéis visto a algún caballero?-me preguntó el niño-

-Pfff... Caballeros. Desde que murió Arthur Dayne, se han extinguido. Ahora se pasan el día putañeando y luchando en torneos-dijo un hombre que estaba bebiendo en la barra-

-Cállate Wallace-dijo frustrado el niño- Yo algún día seré caballero-

-¿Quieres escuchar la historia de un gran caballero?-dije limpiándome la boca con la manga del jubón-

-¿Cómo se llamaba ese caballero?-

-Se llamaba Kront-cogí al niño y lo puse en mi regazo- Allester Kront-    

Juego de Tronos: La caída del dragón (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora