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  Entramos a la cocina, cruzaba mis dedos porque mi familia tomara asi mi relación con Matteo. Aunque convencer a Gaston iba a ser más que complicado. Pero ya llegaría el momento de hablar con él.
—Ya sabía que había algo especial entre ustedes...— me dijo mientras comenzaba a servir jugo en un vaso de cristal. Solté una pequeña risita tímida y seguramente mi rostro ahora estaba de un intenso color rojo. —La primera vez que viniste, la forma en la que te miraba era tan especial— me senté en la barra y ella se sentó frente a mí con una tasa blanca llena de café en sus manos.
—El... él es increíble...— dije sincera
—Me alegra mucho que este contigo...— sonrió — ¿Tus padres ya lo saben?
—Aun no...— confesé —Estábamos esperando un buen momento para decirles— y no como lo de anoche.
Un pequeño chillido nos sobresalto a ambas, reímos. Había sido el tostador. Tomo una bandeja donde seguro colocaría las rebanadas de pan. En ese mismo momento sonó el teléfono.
—Luna... ¿cariño puedes responder el teléfono?— me pidió
—Claro— respondí y camine hacia donde estaba el teléfono que no paraba de sonar.

— ¿Diga?
— ¿Casa de la familia Balsano?— una gruesa voz provino del otro lado de la bocina
—A si es
—Solo para informarles que el joven Matteo Balsano ha sufrido un accidente automovilístico— Sentí como si todo a mí alrededor comenzara a derrumbarse. Escuchaba a lo lejos los llamados del sujeto y también los de Antonella. Pero el gran nudo en mi garganta no me permitía emitir palabra alguna.

— ¿Luna que te sucede?— la mano de Antonella en mi hombro me hiso reaccionar, tape mi boca y le entregue el teléfono. Las lágrimas invadían mi rostro. No podía ser cierto. Si hace tan solo unas horas todo era más que perfecto.
Limpie mis lágrimas ya que nublaban mi mirada. Antonella escuchaba con atención mientras negaba con la cabeza, al igual que yo cubría su boca con una mano.

—Gracias ya mismo estamos allá— confirmo Antonella en la línea, justo en ese momento bajaba por las escaleras Bruno, quien obviamente se sorprendió-asusto por nuestros rostros. Antonella trataba de contener las lagrimas —M... Matteo tuvo un accidente, una camioneta perdió el control y se impacto contra su auto... y se volcó— no resistió y mas y se soltó en llanto mientras que el mío no cesaba

—Haber tranquilas...— nos dijo a ambas —Luna avísale a los chicos... creo que será mejor que Isabella no se entere... — tenia razón
—La llevare a mi casa ¿está bien? asi se distrae con Jime— pensé y le comente solo asintió con la cabeza.
—Nos adelantaremos los esperamos allá— Antonella fugazmente subió y bajo con un abrigo, en cuestión de segundos estaba parada sola en el living de la casa de mi hospitalizado novio.
Subí a grandes zancadas las escaleras, llegue a la habitación de Leonardo, toque la puerta dos veces y entre. No podía esperar a que el chico se despertara y me abriera la puerta.
—Leonardo...— lo moví un poco pero solo conseguí que se quejara un poco y se girara —Leonardo despierta...— insiste aumentando la fuerza de los movimientos, las lagrimas comenzaban a salir nuevamente al pensar en Matteo — ¡Leonardo despierta ahora!— le grite y este se sobresalto lanzando las sabanas
— ¿Qué pasa?— pregunto asustado y aun más se asusto al ver mis lágrimas — ¿Que pasa Luna? — pregunto nuevamente, pero mi estúpido dolor en el pecho no me dejaba hablar
—Matteo... Matteo— alcance a decir en un hilo de voz —Tuvo un accidente y está en el hospital.
— ¿Qué?— soltó un grito ahogado — ¿Y mis padres?— pregunto tomando sus pantalones de uno de los sillones, ni cuenta me había dado que solo vestía bóxers
—Ya van rumbo al hospital— le informe —Me dijeron que les avisara, que Isabella no se enterara, la vamos a dejar en mi casa...— le dije y salí corriendo de la habitación para ir hacia la de Ramiro.

Le explique todo a Jan, el se ofreció en avisarle a Isabella, ya que la pequeña no me creería que 'no sucedía nada'

—Tranquila todo va a estar bien...— me trato de tranquilizar Leonardo —Ese Matteo es más duro que una roca— bromeo pero no podía evitar sentirme asi.
Abrió la puerta y una oleada de aire helado nos envolvió
—Ya vuelvo— cerró la puerta y corrió escaleras arriba para después bajar con un par de gruesas chaquetas.
Me entrego una mientras él se colocaba la otra. Apenas la tome entre mis manos y el perfecto aroma de Matteo inundo mis fosas nasales. Haciendo que las lagrimas volvieran a acumularse en mis ojos. Matteo volteo a verme cuando los pasos en las escaleras se acercaban. Aniquile toda lágrima con el dorso de mi mano. Respire profundamente y trate de verme lo más normal posible.

— ¿A dónde iremos?— pregunto la pequeña
—Nosotros a unas compras que tenemos que hacer y tu iras a mi casa ¿Quieres jugar con Jime?— le pregunte y esta sonrió
— ¡Sí!— dijo alegre
—Vamos...— le dije y todos salimos

Subimos a la camioneta de Leonardo, yo de copiloto y Isabella y Ramiro atrás. Introdujo la llave para que encendiera, pero como hacho intencionalmente, no encendió. Intento tras intento Leonardo se rindió
— ¡No puede ser!— grito al mismo tiempo que golpeaba el volante
—Te dije que necesitaba arreglo...— hablo Ramiro
—Si gracias Ramiro...— le dijo molesto Leonardo, sin siquiera darles tiempo a pensar en una solución saque mi celular y marque a la primera persona que me paso por la mente. Gaston.

Baje del auto seguida por Leonardo ya que le había hecho una seña a Ramiro de que nos esperara dentro.
— ¿Gaston?— ese estúpido nudo como amaba atascarse en mi garganta
— ¿Que pasa Luna?— pregunto preocupado ante mi tono de voz
—Necesito que me hagas un favor...— trataba de que no se cortaran las palabras
—Lo que sea
— ¿Puedes venir por mi?
— ¿Donde estas?— me pregunto acelerado
—En... en casa de Matteo...— rogaba que no se molestara
— ¿Qué haces en casa de ese? ¿Qué te hizo?
— Gaston...— mi llanto había aumentado —Gaston... Matteo tubo un accidente y esta en el hospital  

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Suspenso de nuevo!

Shao 😘😘 

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"El Niñero" (ADAPTADA) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora