Capítulo 7

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El Monte Everest es la montaña más alta del mundo pero eso no impide que haya gente temeraria que escale por él, entre los escaladores estaba un joven de cabello tricolor subiendo por dicha montaña, llegó lo más alto que pudo y contemplo el lugar fascinado por la belleza de la naturaleza.

-¡Yugi!-grito una chica rubia alcanzando al chico

-Lo siento Rebeca, no debo dejarte atrás

Yugi tomó la mano de la chica y ambos miraron todo el alrededor de la montaña

-Que hermosa vista-dijo Rebeca

-Es lo más maravilloso que he visto.

Se quedaron un rato ahí hasta que llegó el momento de bajar y se refugiaron más abajo, tendieron su tienda de acampar y se quedaron ahí a pasar la noche después de haber bajado la mitad del recorrido

-¿Cuándo regresas a Japón?

-En tres días. Ya extraño mi país

-He pensado en algo ¿te molesta si yo también voy a Japón?

-No ¿Por qué me molestaría?

-Sólo preguntaba

-Si necesitas algo para tu estancia en Japón yo con gusto busco la forma de ayudarte

-¿En serio? Muchas gracias

Rebeca no lo podía decir pero su motivo para ir con Yugi era para seguirlo, aunque siempre le gustó la idea de ir a Japón su plan era poder estar cerca de Yugi, le gustaba, desde hacía 2 años que fue cuando lo conoció pero aún no se atrevía a confesarle sus sentimientos y él parecía verla solo como amiga, según lo que sabía Yugi era soltero, no tenía novia así que podía tener oportunidad algún día. Al día siguiente hicieron el recorrido bajando de la montaña y al llegar abajo se despidieron. Yugi hizo los preparativos para volver a su casa, deseaba mucho volver a Japón, hacía dos años que se fue a China y conoció cantidad de personas pero su deseo era volver con sus amigos. El día de su regreso se despidió de Rebeca y subió al avión, Rebeca le caía bien, se le hacía una chica simpática y tierna, a veces pensaba en ella como posible novia pero por el momento ya no quería saber nada de novias, al menos por un tiempo indefinido.

Llegó a Japón y fue directo a ver a su mejor amigo en el taller mecánico

-¡Yugi!

-¡Joey! Tiempo sin vernos

-Qué bueno que volviste, te extrañamos todos. La vida no es igual sin ti

-Lo sé, yo también siento que me falta algo cuando no estoy con ustedes

Se rieron y luego Yugi se marchó pero cuando estaba saliendo Joey lo detuvo

-Yugi, tengo que decirte algo

-¿Qué pasó?

-Ella regresó

Yugi se puso serio, sabía a quién se refería

-No importa, es historia pasada-pero hablaba con seriedad como si su alegría se hubiera ido de golpe

-Yugi, además ella tie...

-No me interesa nada sobre ese asunto

Yugi se fue sin que Joey terminara de hablar. Camino por las calles pero ahora estaba serio, Tea había regresado o sea que muy probablemente se la encontraría, pero debía ser positivo, aún si se la encontraba no debía sentirse mal, de todos modos ya no tenían nada que ver el uno con el otro.

Ese mismo día, mientras sucedía todo esto con Yugi, Tea estaba en el coche con su novio Yami dirigiéndose a la oficina del padre de Yami para hablar sobre su boda y los proyectos para que Yami trabajara en Japón permanentemente

-Me alegra que te quedes en Japón

-Claro, además cuando nos casemos quiero tener mi casa propia

-Por cierto ¿Cuántos hijos tendremos? ¿Tendremos hijos?

-3 hijos, dos perros y un gato

Tea le sonrió y giró hacia la calle, la ciudad había cambiado mucho en 6 años de estancia en Estados Unidos, sus estudios como bailarina tomaron 3 años pero ella se quedó allá otros 3 más para trabajar en la danza, hasta cierto punto era una bailarina famosa. Mientras cruzaban por la ciudad vio una figura conocida y sospechó que se trataba de Yugi por los mechones tricoles, se sintió desilusionada de sólo saber que podía ver a Yugi pero era obvio que al regresar a Japón lo vería, muy a su pesar porque lo que menos deseaba era ver a Yugi de nuevo. Ahora era feliz con su nuevo novio.

Llegaron al edificio donde se encontraba la oficina del padre de Yami el cual se dedicaba al teatro y a la danza, fue por eso que se conocieron Yami y Tea, entraron al edificio y subieron con el padre de Yami, este saludo a Tea feliz y los felicito por la próxima boda. Charlaron durante horas, afortunadamente él sentía apreció por Tea y ella por él. Quedaron en que Yami trabajaría como sub-jefe en la compañía de danza de la ciudad Domino y Tea trabajaría como maestra de danza y como la bailarina principal de la compañía. Al terminar la reunión se fueron de regreso a casa

-Mi padre me dio una casa aquí en Domino, ¿deseas verla?

-Otro día, querido, hoy estoy cansada

La dejó en la puerta de su casa y se despidieron con un beso en los labios, Tea entró a su casa y se tumbó en su cama pensando en ese chico que vio cuando iba con Yami a ver a su padre, estaba segura que era Yugi, además pasaron cerca del taller de Joey. ¿Qué haría si se encontraba con Yugi? ¿Cómo terminaron las cosas así?

Entre Dos AmoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora