Bitácora #1: Luna de sangre.

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  Hace mucho tiempo en un lugar olvidado por los hombres, yacía una civilización perdida en las sombras... tan escondida del mundo que ni el sol con su esplendor alcanza a tocar la piel blanquecina de su pueblo... 

  Algunas veces padecían fríos penetrantes, en otros calores infernales. Esta raza sufría en sus carnes el maltrato del mundo mismo. Poco a poco acababa con cientos y cientos de ellos...  

***

Hola, mi nombre es Andrew, tengo veinte años de edad. Ellos me pidieron contarles lo que nos pasó, antes de que me encontraran. Quieren que les cuente lo que viví, pero... les contaré cómo casi morí. Aunque en realidad debería estar muerto, sin embargo no lo estoy. Ellos dicen que me salvaron, no entienden cómo es que lo conseguí.


Aunque desearía haberlo olvidado, lo recuerdo, lo recuerdo todo...


Mi raza fue llamada Storm Fire, título que no adquirimos de la mejor forma, pues no hay humanidad en lo que voy a contarles. Pues todos están muertos, todos excepto yo...


Era nueva luna cuando todo comenzó, para acabar con todo. Nuestro pueblo vivía en penumbras, trabajábamos la tierra, teníamos construcciones, casas, edificios, incluso máquinas. Vi la primera luz cuando tenía seis años, se movía muy rápido. Corrí intentando alcanzarla, pero no pude. Revoloteaba por todos lados, una fugaz luz amarilla yacía dentro de pequeños animales. Tuvimos que meter un montón de esos en un globo de aire especial, que les gustaba a esos bichos. Miré la luna, le pregunté a mi madre que por qué se veía roja, ella me dijo que porque estaba enojada, le dije que no entendí. Entonces me narró el cuento que sabían todos los niños del pueblo, uno que calmaba nuestra implacable curiosidad por las cosas y nuestro mundo.

Hace mucho tiempo, existió un hombre de cabello albino, con semblante amable y divertido, que conoció una mujer muy hermosa de ojos azules y tez blanca. El hombre al verla quedó plenamente enamorado y pidió a la mujer que se casara con él. Ella sintiendo lo mismo que el hombre, aceptó. Todo se preparó y la boda estaba punto de llevarse a cabo, cuando de repente vino otro hombre, más grande y fuerte. Éste otro también quedó hipnotizado por la belleza de aquella mujer y le propuso matrimonio, pero ella lo rechazó. Aquel hombre grande y fuerte, vencido por la envidia y el odio, mató a la mujer. 

Cuando el prometido de la mujer se preocupó por ella, pues no llegaba a la boda, fue a buscarla y la encontró postrada en el suelo, con su vestido blanco. El hombre asustado fue hasta ella y la encontró, muerta, la sangre aún manaba de la herida...

En su enojo y dolor por la pérdida de su amada, juró al mundo que encontraría al responsable de la muerte de aquella mujer que amaba. La historia dice que pasó toda su vida buscando al culpable, pero sin éxito. El tiempo le alcanzó y murió. Se dice que se convirtió en la luna y que cada cierto tiempo muestra su enojo y dolor por la pérdida de su amada con un baño de sangre. Y con su luz ilumina toda la tierra, recorriéndola entera todas las noches.

Soy AndrewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora