Las flautas sonaban por todo el pueblo, cada año, cuando la cosecha terminaba, cada una de las cincuenta familias del pueblo hacía las más ricas comidas y manjares suculentos. Calabaza a la Sfenirv, que era una enorme jabalí relleno con calabaza y caramelo de maíz. Jinkus, que eran panes de hojaldre con mantequilla, maíz y jamón de pavo. Estos y muchos más eran los que llenaban el pueblo con ricos y deliciosos aromas de diferentes comidas. Los ya mencionados son los que a mí más me gustan. Cada familia preparaba platillos únicos, era una de nuestras especialidades, puesto que éramos muy buenos agricultores y cocineros.
El Festival Qurgles, se celebraba este año en memoria Jacob Qurgles Sfenirv. Fue un hombre de gran estatura, que sólo su pura fuerza degolló un jabalí con sus propias manos. Nuestro pueblo que tampoco desatendía la buena caza, colmó al hombre con premios y honores, pero aquel hombre, saliendo al día siguiente a cazar. Unas nubes de tormenta llegaron sin previo aviso, se desató una fiera tormenta. Aquel hombre, narra la historia, que tomó sobre sí sus herramientas para cosechar grano. Salió en plena tormenta y con intrepidez cortaba y guardaba trigo. Entonces un rayo descendió del cielo y acabó con la vida de aquel hombre.
Desde entonces se celebra el Festival Qurgles en su honor. Para que nuestro pueblo no olvide, que no importa los honores del hombre ni su mucha fuerza, al final, la naturaleza y el tiempo deciden a quien llevarse. A quien matar y a quien dejar con vida.
Ciertamente éramos muy supersticiosos, por los ocurrentes desastres en los que en ocasiones nos veíamos envueltos.
ESTÁS LEYENDO
Soy Andrew
KurzgeschichtenSoy Andrew, tengo veinte años, soy el último de nuestra raza los Storm Fire, algunos dicen que fuimos la raza más fuerte que hubiese existido en la tierra, se olvidaron que al final, no importa quién seas, el tiempo se lleva todo y a todos.
