Nombre

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— Tsukki, ¿mañana puedes salir?

— ¿Salir? ¿Adónde?

— Ya sabes... Mañana es mi cumpleaños.

— No lo olvidé, te dije que lo dejaras libre. Yo hice los planes desde hace tiempo, así que no quieras cambiarlos.

Él estuvo organizando todo con anticipación. Ni siquiera tuvo que recordarle.

¿En algún punto hubo esa necesidad? ¿Acaso ellos olvidaron el cumpleaños del otro en una sola ocasión?

No.

El rostro de Tadashi, aun así, no pudo ocultar el asombro de su rostro, y la alegría que sus palabras le trajeron.

— No es para que te sorprendas tanto así— Continuó el rubio—. Te lo había dicho.

— Lo sé, Tsukki— Ni siquiera intentó esconder su sonrisa—. Es que me hace muy feliz.

— Además, he estado haciéndolo desde que comenzamos a salir— Añadió, sin expresión—. Eso es...— Miró hacia otro lado, haciendo cuentas— Cuatro años.

— Sí, desde la preparatoria— Dijo, con sus ojos brillando—. Aún recuerdo cómo sucedió todo— Rio un poco al pensar en ello.

— También yo, así que no hace falta que lo repitas— Contestó, antes de que Tadashi repitiera sus vergonzosas palabras.

— Dijiste: "Te quiero" — Imitó su voz y semblante— ¡Pero no me lo podía creer porque parecías estar sufriendo! — Soltó sin ninguna pena— Después me preguntaste si quería salir contigo...

— Ya cállate, Tadashi— Interrumpió— Es vergonzoso.

— Lo siento, Tsukki— Siguió riendo—. ¡Eso también! Iniciaste a llamarme Tadashi. Seguro llevabas tiempo queriendo hacerlo.

— ¿Y tú? — Cortó, haciendo su tan típica expresión de superioridad burlona— ¿Por qué no me dices por mi nombre?

El joven de pecas se sonrojó, nunca imaginó que pudiese hacerle esa pregunta.

— ¿E-está mal que te llame "Tsukki"? — Preguntó con algo de inseguridad— Es una costumbre de muchos años, sabes.

— No dije que fuera malo— Contradijo, levantando una ceja mientras sonreía—. Aunque, me gustaría escucharlo de tu boca— Se inclinó. En su oído susurró: —"Kei".

La respiración de él en su oreja le puso la piel de gallina. Se apartó bruscamente, aún ruborizado, sin saber qué hacer en esa situación.

— Eh... Pero... ¿no está bien como hasta ahora? Sería extraño si llevo casi diez años nombrándote de una manera.

— Vaya, qué excusa— Se burló—. Entonces volveré a decirte Yamaguchi, supongo— Provocó en voz alta.

Curvó sus labios para hacer una mueca de tristeza.

— No lo hagas, por favor— Pidió, casi murmurando.

Kei volteó al cielo, como si estuviese considerando su petición, para después regresar a mirarlo a él.

— Entonces llámame por mi nombre— Respondió, al cabo de unos minutos, sonriendo satíricamente.

El rostro del muchacho de pecas se nubló, como cualquier forma de hacerle cambiar de opinión. Él inició el tema, de todos modos, así que sólo le quedaba aceptarlo.

— Bueno...— Evitó observarlo a los ojos de nuevo— Acércate, que no voy a repetirlo.

— Apuesto a que no podrías decirlo una sola vez— Incitó. Dio algunos pasos hasta aproximarse lo suficiente. Se encorvó un poco, de manera que su oído quedase cerca de la boca del otro joven, como antes, invertidamente— Te escucho.

— K-...— Le costaba pronunciarlo, sin entender por completo la razón.

— ¿Qué? — Colocó su mano detrás de la oreja, indicando que lo repitiera.

Arrugando su camiseta, específicamente la parte del pecho que cubría su corazón, latiendo éste rápidamente, sonrojado y nerviosamente, dijo:

— Kei.

Su murmullo sonó tan extrañamente erótico.

Kei hubiese muerto por ver la expresión que él puso en aquel momento, seguro sería igual de seductora, sin embargo, perdió esa oportunidad.

Le gustaba cómo sonaba eso desde su boca, más de lo que esperaba, e incluso aumentaba tras oírlo con la manera en la que lo dijo. En su mejilla izquierda apareció un pequeño e imperceptible rubor. Se reincorporó e inició a caminar dándole la espalda, para disimularlo.

— Ni siquiera fue difícil— Regresó a su sequedad—. No era para tanto.

— Supongo que no— Admitió—. Es de lo más normal, creo.

Sin dirigir su mirada a él, el muchacho más alto pidió:

— ¿Podrías repetirlo?

— "Apuesto que no podrás decirlo una sola vez" — Reiteró él— En realidad querías decir: "Me gustaría escucharlo más de una vez", ¿no? — Fue su turno de burlarse.

— Si lo dices de una manera tan erótica, a cualquiera le gustaría que se lo repitieran— Devolvió la mofa.

— ¡N-no fue intencional ni nada!

— Entonces repítelo— Esta vez ordenó.

— Kei— Pronunció de la misma manera que antes.

— Otra vez.

— Kei.

— Una más.

— Tú también hazlo. Es vergonzoso solo.

— Tadashi.

— ¿Cómo puedes decirlo tan fácilmente?

— No lo sé— Dejó de darle la espalda, regresando a donde estaba el otro—. No es nada fuera de lo ordinario.

— Kei.

— ¿Qué?

Tadashi se acercó y apoyó su cabeza en el pecho del joven rubio, para después abrazarlo con fuerza.

— Te quiero.

FELIZ TSUKKIYAMA DAY. Un poco atrasado, fue ayer, lol.

Los amo mucho, demasiado.


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