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Había pasado más de un mes desde el escándalo de Eunha y Sowon y las chicas se encontraban en el bosque viviendo su vida normal pero Sinb ya no podía ocultar el sentimiento que guardaba hacia Yerin.

—No puede ser ¿Cómo pasó? Si sólo fue un beso –susurró para si misma Sinb.

—¿Qué dijiste? –preguntó Eunha al verla tan rara.

—Nada, olvídalo

—¿Qué te ha pasado Sinb? Ya no eres la misma de antes

—¿A que te refieres? Si sigo siendo la misma –dijo obvia.

—A que ya no pasas tanto tiempo con nosotras, has estado muy distante

—¿Yo? Eso no es cierto –respondió nerviosa.

—Claro que si, solo te la pasas encerrada en tu habitación

—Ah, bueno –suspiró. —Creo que tienes razón, pero no hay de que preocuparse

Eunha suspiró y la miró —Voy a tomar aire ¿Vienes?

—No, yo me quedo aquí

—Está bien, como quieras

—Adiós.

•••

—Yerin ¿has visto a Sinb? –preguntó Yuju mientras salía de la cocina.

—No no la he visto –contestó.

—Yo si –hablo Eunha. —Está arriba

—Yerin ¿puedes ir por ella? –pidió Yuju.

—¿Por qué yo? –hizo un puchero.

—Por favor –junto sus manos en forma de suplica. —Ve rápido

Se encogió de hombros —Ya voy.

Yerin no quería ir a buscar a Sinb, no quería verla, no quería ponerse nerviosa cada que cruzaban miradas, no quería sentirse así cada que la veía.

—Sinb Yuju te necesita –habló Yerin entrando a la habitación de la menor.

Ésta se sobresalto —Ah si, voy enseguida

—Está bien –estaba a punto de irse cuando Sinb la detuvo.

—Espera –la tomó de la muñeca.

—¿Qué pasa? –de repente se puso nerviosa, no quería hablar con ella.

—¿Podemos hablar? –genial, lo que no quería.

—Ahora no es el momento –trato de safarse de su agarre.

—Ya a pasado más de un mes y no quieres hablar del tema –la tomó más fuerte pero sin lastimarla.

—Te prometo que hablaremos hoy           –abrió la puerta con su mano libre.

Resopló —¿Cuándo?

—En la noche, después de la cena

—Está bien –habló resignada. —Te esperaré

Yerin asintió y salio corriendo de ahí

•••

—Ya le dije –habló Yerin entrando a la cocina.

—¿Y qué te dijo?

—Qué ahorita baja

—Bueno

—Ya vine, ¿para qué me querías?

—Quiero que me ayudes a hacer la comida

—¿Yo? ¿Por qué? –habló negando e inconsistentemente hizo un puchero.

—Porque no haces nada Sinb, todas debemos ayudar con las tareas del hogar –habló y le entregó un cuchillo.
—Ayuda

—Pero no quiero hacerlo –protestó.

—Hazlo Sinb y no discutas más –habló seria.

—Hazlo Sinb y no discutas más –habló seria

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—Está bien

—¿Les ayudó? –preguntó Yerin.

Sinb rápidamente la miro. —Sí, Por favor

—No Yerin gracias, Sinb debe hacerlo sola        

—Ayúdame por favor –la tomo de ambas manos. —No quiero hacer la comida

Yerin se soltó de la mano de Sinb —Está bien, veré que puedo hacer

—Gracias –le beso la mejilla.

—Si d-de nada –se sonrojo hasta las orejas.

De verdad que Sinb estaba haciendo que parte de su cuerpo se estremeciera por el contacto que mantenía con ella y no le importaba mucho que digamos.


Pues si, estoy editando todas mis historias porque cada que leía un párrafo o algo me daba cáncer en los ojos xD es que escribo muy feo y quiero arreglar eso.

Sólo Pasó ❴SinRin❵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora