Capítulo único y especial(?

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✏Los cabros son niños de kinder, por lo que no dirán groserías

.- Pero anda a pedirle amarillo po, Edgar - Decía un pequeño Jaime - No puedes pintar el sol si no tienes amarillo.

.- Pucha... Es que me da vergüenza po, Jaime... No hablo mucho con él y... Y no po - Al ruliento le avergonzaba de sobremanera hablar con cualquiera que no fuese su mejor amigo, en especial si se trataba de aquel pequeño de tes pálida llamado Nicolás - ¿Y si se lo pides tú?

.- No, Edgar. Mi dibujo está quedando super lindi, y si me voy, me voy a desconcerentrar - Finalizó, diciendo con dificultad la última palabra y terminando de pintar el tronco del gran árbol que tenía en el centro de su dibujo. Aunque, realmente tampoco quería ir hacia el niño Larrere, pues el mejor amigo de éste; un pequeño moreno de cabello azabache, el cual siempre andaba sumamente feliz por la vida, lo ponía nervioso, pero de una forma extraña.

.- Pucha... B-Bueno, voy a pedirle el lápiz - Perfectamente podría haberle pedido un lápiz a otro de sus compañeros, pero, según él, le gustaba como pintaban únicamente los de Nico.

Caminó a paso firme hasta llegar frente a su compañero, el cual aún no se daba cuenta de su presencia. Se armó de valor por segunda vez y decidió hablar.

.- Nico - El nombrado levantó la vista para observarlo y le sonrió. El otro con el mismo nombre no se molestó en mirar.

.- Hola, Edgar - Saludó amable. 

.- H-Hola... Em... ¿Me podrías prestar tu lápiz amarillo, por favor? - Comenzó a juguetear con sus dedos frente a su pecho.

.- Mmm... No - Respondió.

.- ¿Qué? ¿Por qué? - Se puso realmente triste, bajando sus manos.

.- Es que mis papis me retaron porque siempre se me perdían los útiles, así que no voy a prestar mis cosas, no me gusta verlos tristes - Soltó sincero.

.- Pero si te lo devuelto al tiro, de verdad - Rogó.

.- Voy al baño y vuelvo, Nico - Su compañero moreno se puso de pie y caminó hasta la "tía".

.- Es que... Bueno, mira; yo te presto el lápiz, pero si tú me das algo a cambio - Una sonrisa traviesa atravesó fugazmente su rostro.

.- ¿Y qué quieres? - Ladeó la cabeza ante la duda.

.- Un besito en los labios - Se puso de pie con el lápiz amarillo en mano.

.- ¡¿Ah?! Pero... - Recordó lo que su mamá le dijo una vez; «No importa si te gusta un niño o una niña, sólo procura querer a esa persona antes de estar con ella. Tu papá y yo respetaremos tus gustos a pesar de todo, mi niño». Dejó el resto de la oración inconclusa y prefirió cambiar de opinión - Ya, pero si te lo doy... ¿Me prestas el lápiz?

.- Sí - Sonrió. Sus padres le habían dicho algo similar, con la diferencia de que habían usado otras palabras, aunque el punto era el mismo.

.- B-Bueno - Miró hacia el puesto de la "tía", la cual no estaba, ya que había acompañado al moreno al baño. Volteó nuevamente y se inclinó hacia adelante para quedar a la altura de su compañero - ¿Listo?

¿Me prestas el lápiz amarillo?||Ednaiko.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora