Amaneceres rotos y violetas
violentos y atormentados,
carentes de orgullo.
Desnudos. Sumidos en miseria.
Amaneceres de golondrina.
Y así, cuando escarbas sin piedad
dentro de mi pecho abierto,
intentando acariciar con las yemas
un alma marchita.
No.
Márchate, desvanécete, deshazte
en mil pedazos.
Porque estrangulando la vida,
rezas y me haces odiar.
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Searching...
Short StoryTodas esas veces que me ha venido alguna frase a la mente en lugares extraños y me he sentido tentada de apuntarla. Sí , eso es exactamente lo que te espera si sigues leyendo, yo que tú lo pensaría...