A long time ago. (Harry Styles & Abigail Crawshaw)

Cap. 1

Lunes... Malditos lunes. El despertador sonó a las 7:30h como cada día de mi normal vida. Me retorcí entre las sábanas de mi cama, sin muchas ganas de levantarme. Tras 5 minutos decidí salir de la cama. Un jersey, mis vaqueros desgastados, acompañados de mis deportivas, y una coleta alta. Sin una gota de maquillaje. Era de esas chicas que prefieren dormir 15 minutos más en lugar de ponerse potingues en la cara. Y el timbre sonó a las 8:00h. Puntualidad inglesa.

-¡¡Cariño, Harry está aquí!! -Gritó mi madre.-

-¡Ya bajo! -Le contesté saliendo de mi habitación.-

Una, dos, tres escaleras... Me enredé con mis propios pies y caí rodando. Cualquier día me quedaría inválida por culpa de esas malditas escaleras. No era la primera, ni sería la última vez que me caería. Lo sabía.

-¡Abi, por dios! ¿Estás bien, hija? -Preguntó mi madre mientras me ayudaba a incorporarme agarrándome del brazo.-

-Sí, mamá, tranquila... Déjame, voy a llegar tarde. -Dije sin darle más importancia a mi traspiés.-

Y ahí estaba mi mejor amigo, riéndose de mí con todo su descaro. Le envié una mirada fulminante acompañada de una leve sonrisa tras golpearle en el brazo.

-¡Y tú, deja de reírte!

-Lo siento... -Levantó los brazos, exculpándose.- Cualquier día te rompes una pierna. -Y siguió con sus carcajadas.-

Puse los ojos en blanco y me dirigí a mi madre.

-Nos vamos. -Deposité un beso en su mejilla.-

-¿No has desayunado?

-No tengo tiempo. Ya comeré en algún descanso.

-Llévate una manzana al menos. -Dijo mi madre cogiendo la pieza de fruta y lanzándomela al aire.-

La atrapé con dificultad, pero la atrapé. Harry se dirigió a la puerta y salimos de casa. Me llevé la manzana a la boca para darle el primer bocado y... así, sin previo aviso, cogió mi mano y, de un tirón, salió corriendo mientras tiraba de mí, emprendiendo una carrera hasta el instituto. Me faltaba el aire, me dolían las piernas, pero él no se detenía.

-Harry... -Le llamé jadeante.- No puedo más... ¡Para!

-Ya estamos cerca. Cállate. Eres una floja. -Soltó sin reparos, seguido de una carcajada.-

Pocos minutos después llegamos a la puerta del instituto. No había nadie. Genial. Las clases ya habían empezado. Harry soltó mi mano y nos dirigimos a paso ligero por los pasillos, cada uno a su clase correspondiente.

-Muy bien, señorita “soy un desastre y me caigo por las escaleras”, hemos llegado tarde. -Dijo en un tono ridículo.-

-Já-já... Te odio. -Rodé los ojos dándole la espalda.-

-Me quieres. Te veo a la salida. -Me hizo girar sobre mis talones y estar frente a él. Besó mi frente despidiéndose.-

-¡Vete ya! -Dije deshaciendo el abrazo entre risas.-

Y por fin, me dirigí a clase. Comenzaba una larga, dura y extraña semana.