Hermanos Lightwood-Bane

Éste One-Shot se lo dedico a una bellísima chica como un premio
que se tiene completamente merecido, mi Crush XD Hermosa te adoro,
 espero que te guste

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Era un típico día en el hogar de la familia Lightwood-Bane, Max estaba recibiendo clases con sus padrinos, Catarina y Ragnor en la sala de estar, Rafael se encontraba en el instituto entrenando junto con Jace e Isabelle, en un par de días sería su ceremonia para tener sus primeras runas y el chico ya tenía planeada cuál quería hacerse en primer lugar, Clary había creado una runa que era apta para poner sobre la piel de un brujo, ese brujo en especial era su pequeño hermano Max, el chico le había pedido a su hermano que fueran Parabatai's; y es que prácticamente le había suplicado llorando que lo fueran. Max se había negado y no porque no quisiera, sino porque un cazador de sombras y un brujo no podía ser Parabatai's, la runa le haría demasiado daño al pequeño brujo, quizás incluso podría matarlo, en el peor de los casos, pero Clary había creado una runa la cual permitiría que los chicos se unieran como los Parabatai's, los hermanos Lightwood-Bane estaban emocionados pero habían decidido no decirle a sus padres aquello.

Su padre Alec era demasiado protector, seguro primero desconfiaría de Clary por hacerle la runa a su hijo y luego se volvería loco; Magnus que también era extremadamente sobreprotector, ni siquiera dejaría qué le dijeran aquello, no les permitiría hablar y no podía hacer eso. Ellos estaban seguros de querer ser Parabatai's, habían visto la unión que tenía su tío Jace con su padre Alec y querían eso, porque se adoraban, aparte de ser hermanos, eran los mejores amigos y también querían ser compañeros de batalla, Rafael adoraba a Max y el pequeño brujo había amado al cazador de sombras tan pronto como había llegado al hogar, esos dos chicos eran completamente inseparables, incluso habían hecho una gran pataleta cuando sus padres decidieron que era hora de separarles de cuarto, pero ellos lloraron y gritaron, se negaron rotundamente, Magnus y Alec, completamente enternecidos por la unión de sus hijos, habían aceptado que podían compartir la habitación.

En el lugar que sería la habitación de Rafael, Magnus la había adecuado para hacer una especie de cuarto rojo, por supuesto aquella habitación tenía llave, Alec que no tenía ni idea lo que era un cuarto rojo le preguntó curioso a su esposo sobre ello... inmediatamente se arrepintió, puesto que duró una semana sin poder caminar bien, por supuesto Jace lo había molestado mucho y cuando sus hijos le habían preguntado qué le pasaba, les había mentido diciéndoles que había sido una batalla con un demonio, los chicos no le creyeron, pues el sonrojo del de cabello azabache lo delataba, pero conociendo a sus padres preferirían no preguntar, si su padre Alec no les había querido decir era mejor no insistir, seguro tenía que ver con los extraños sonidos que escuchaban de vez en cuando en la noche.

Alec y Magnus se encontraban en su habitación, pero por órdenes de Catarina y de Ragnor, no podían permitirse hacer un ruido en absoluto... Bueno en realidad les había prohibido no hacer nada en absoluto mientras que ellos dos estuvieran allí y Catarina le había dicho que no era muy bueno para su hijo el que escuchara aquellos gritos provenientes de la habitación, Magnus había aceptado, pero por supuesto había mentido.

Max estaba demasiado concentrado en sus estudios de magia como para ponerle cuidado a los ruidos que proferían sus padres en su habitación y Rafael no estaba, Catarina y Ragnor ya los habían escuchado veces anteriores, por lo cual el brujo sin pena alguna podía hacer lo que quisiera, Alec por otra parte siempre siendo tan tímido, se avergonzaba que lo escucharan por lo cual cuando Magnus comenzó a besar su cuello, lo separó con firmeza.

-No Magnus –advirtió con voz seria –ya has escuchado a Catarina.

-Nos ha dicho que no hiciéramos ruido...