Capitulo 6

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Los próximos meses había pasado de manera rápida.

Asami se había acostumbrado al familiar complejo, a menudo se encontraba dando vueltas casi de manera interminable por los pasillos del pequeño palacio en donde Tonraq gobernaba a la Tribu de Agua del Sur.

Su vientre creció más en los últimos par de meses, más de lo que ella había creído, las marcas del estiramiento, de la cual sabía que nunca se desvanecería por completo ya se mostraba en su abdomen.

A Korra no parecía importarle, a menudo dejaba pequeños besos en su abdomen, susurrando historias interminables a sus hijos que crecían felizmente en su vientre.

Había crecido en la Alfa un temperamento excesivo y protector desde que entró al tercer trimestre de su embarazo, moviendo las cosas de la heredera a su propia habitación y queriendo tener a la inventora para poder dormir al alcance de los brazos de la Avatar.

Asami sabía que eso era algo que todos los Alfas experimentaban hasta algún grado, tornándose algo posesivos con las personas que llevaba sus hijos que estaban por nacer y de alguna manera posible de que estuvieran seguros y protegidos.

Por supuesto, Korra aún estaba enfurecida por como aún estaba obligada a estar atada a una silla de ruedas. Su recuperación se movía rápidamente, pero no al ritmo a como ella esperaba. Asami era la única que aparte de Katara tenía una idea realmente de que el trauma mental por haber sido envenenada y casi asesinada por el Loto Rojo los había dejado atrás y aunque lo peor de todo era que Korra nunca pudo encontrar la voluntad para que siguiera luchando.

Más que nada, Asami se encontraba consolando a Korra por las noches, las pesadillas que la Avatar sufría con frecuencia reducía el orgullo de la maestra-control a lágrimas.

Asami no sabía cuando si Korra alguna vez iba a superar aquel desafío y claramente, ella confiaba infinitamente en la Avatar, pero a veces cuando Korra vociferaba de como debería estar mejor ahora, Asami sentía en su mente algunas dudas persistente.

Se sentía avergonzada de ella, por supuesto que Korra iba a mejorar. La Alfa era la persona más fuerte que había conocido y tenía una capacidad de recuperación de varios metros de ancho.

No había duda de que iba a salir de esta, eso sería en cuestión de cuanto tiempo tomaría.

"Asami, querida." Senna llamó a la puerta de la habitación una vez, permitiendole a ella misma de que estuviera segura de que la Omega estuviera presentable. "¿Te importaría si me pudieras ayudar con la cena?"

La heredera sonrió y asintió con sus cabeza, colocando sus manos en los reposa-brazos de la silla para ayudarse a levantarse del asiento. "Claro, ¿Qué hay en el menú de esta noche?"

"Estaremos haciendo estofado esta noche". Respondió Senna, que se acerco para poder ayudar a su hijastra.

Suena delicioso." Asami acepto la gratitud y ayuda de la Beta mayor, colocando una mano en la parte baja de su espalda para así poder ayudar a aliviar la carga de tener dos bebés en su vientre. "Gracias."

"De nada." Senna le entregó un suéter a la Omega. Asami lo había comenzado a llevar siempre consigo, se había vuelto cada vez más sensible al frío ya casi culminando su embarazo.

Ambas se dirigieron a planta baja, entrando a la cocina. Una olla que contenía agua estaba hirviendo y algunos ingredientes se encontraba sobre el mostrador.

Asami estimaba que aproximadamente tendría media hora antes de que su espalda comenzara a matarla, por lo que si quería que la cena terminara de hacerse pronto, sería mejor comenzar antes, "¿Qué quieres que haga?"

De Alfas y Omegas por 0oDemigodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora