Dos.

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Aquella mañana todo se veía normal, aquella pequeña sonreía como si nada hubiera pasado, sus ojos se veían algo hinchados, sin embargo nadie se dio cuenta pero claro... ¿Quién se daría cuenta? Si a nadie siquiera le importaba, cuándo llego a la puerta de su escuela se despidió de su acompañante.

- bien, gracias ya puedes ir a casa hermano

- bien, luego vendré por ti enana, me esperas aqui y no te vas a ningún lado con ningún desconocido

- sí, lo entiendo, nos vemos hermano

Su hermano mayor se fue, dejando a esa pequeña en la oscuridad, fue entonces que las cuerdas se empezaron a mover.

- hola Jane

- hola Clare

Sus cuerdas se empezaron a mover, ya habia llegado una persona para manejar a esta inocente marioneta.

Cuerdas De MarionetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora