Narra Harry.
Bajamos del avión y agarramos nuestras maletas. Caminamos hasta que encontramos un auto que nos lleve hasta nuestra "nueva" casa.
Al llegar entramos, Louis tiro las cosas al suelo y se sento en el sofa.
-Podrías ser mas ordenado, ¿no crees? -Pregunte enojado.
-Para eso estas tú, para limpiar -Respondio Louis.
Harry levanto esas cosas y las puso sobre la mesa. Luego dejo las maletas en un rincón de la casa.
-¿Cuál sera tu habitación? -Le pregunte de nuevo.
-Eso ahora no me importa.
-A mi sí.
-¡Bien! Esta sera la mía -Dijo y empezo a caminar hasta que escogio la primera de todas.
-La mía sera la segunda. ¿Oiste? -Dije yo.
-¡Me alegra demasiado! -Dijo sarcastico y volvio a su sillón-. Ahora no me jodas, tengo cosas que hacer.
-¿Como qué? -Rio.
-Como esto -Prendio la television y se acosto a mirar.
Sin pensarlo dos veces agarre el control y la apague. Luego lo tire al suelo, Louis grito.
-¿Estas loco? -Alzo la voz-. ¡Como vere mis capitulos de Bob Esponja! Eres un idiota.
-Niño de mamá.
-Me caes tan mal -Murmuro el castaño.
-Me alegra demasiado -Respondio con brusquedad y fue hacia la cocina.
Harry abrió la heladera y saco la mermelada roja que tanto le gustaba, tanto como a él como a Louis. Los dos se sentaron en la mesa. Se hicieron unas tostadas y tomaron el café.
-¿Recuerdas a tus padres? -Le pregunte de la nada tomando la tostada en mi mano, el solamente me miro con los ojos llenos de rabia.
-Eso no te debería importar.
-Si, me importa demasiado. Eres mi her-hermano.
-Nosotros no somos hermanos, nunca lo seremos -Dijo y se fue a otro lado del hogar.
Comenten y sigo.