Capítulo Único

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—Te amo—Susurró en su oído. Pudo sentir la piel de ella erizarse, su gélido aliento golpeaba el cuello de Sakura, rozó sus labios en el cuello de ella, comenzó a besar su mandíbula lento y pausado, dejando húmedos besos en ella.

Mientras que con su lengua saboreaba el agua salada que brotaba de sus verdes ojos y corrían libremente como un hermoso arroyo de verano, donde las pequeñas gotas saladas descendían por sus mejillas, luego a la mandíbula y finalmente morían en la lengua de Sasuke.

—Eres tan hermosa—volvió a susurrarle a Sakura.

En otra ocasión, un par de años atrás, ella se hubiese emocionado como una chiquilla y su corazón hubiese bailado de emoción dentro de su pecho, pero esa situación está lejos, muy muy lejos de ser una escena romántica.

Su corazón latía de manera desenfrenada, era presa del miedo, no podía formar palabra alguna, su respiración era cortante e irregular.

Sasuke comenzó a acariciar el suave y bello rostro de Sakura con la yema de sus dedos, con mucha delicadeza, como si acariciase una pieza de arte costosa.

Ambos estaban acostados en la cama de Sakura en una posición comprometedora, el enzima de ella inmovilizando e impidiéndole cualquier posibilidad de escape.

Observo sus ojos, tan fríos, negros, despiadados y calculadores. Ya no había rastro de esa pequeña luz de esperanza que solía iluminar sus ojos cuando niño, observó su hermoso y varonil rostro, gracias a los diminutos y delicados rayos de la luna que se filtraban por las cortinas de su habitación... Entonces lo escucho... conocía muy bien ese sonido, sabía lo que significaba perfectamente, Sabía lo que estaba haciendo Sasuke sin mirarle.

Escuchó el filo de un kunai siendo desenvainado, sabía con exactitud lo que seguía después: Gritos, Sollozos, Sangre, Funeral, Drama y más Drama. Había enumerado todo con rapidez en su cabeza.

Si hubiese tenido la oportunidad de elegir su muerte, hubiese elegido una menos dramática, odiaba ser el centro de atención, su muerte estaría en boca de los aldeanos por un buen tiempo... Sus padres se le vinieron a la mente, por lo menos había tenido la dicha de decirles cuanto los amaba antes de terminar la cena e irse a dormir, antes de despertar en la madrugada con Sasuke encima de ella.

Sintió el frío del kunai justo en su yugular.

—Te amo—volvió a repetir—Pero no puedo estar contigo, no soy apto para ti, no estoy limpio Sakura, mi corazón esta manchado con odio.

"Desearía con todo mi ser que fuese diferente pero no tengo opción. Te he amado desde siempre, Sakura, perdóname por todo lo que te he hecho pero sobre todo perdóname por lo que estoy por hacerte... Soy un imbécil egoísta, si yo no puedo poseerte nadie lo hará.

Te prometo mi vida, que en otra vida, cuando nazca puro y limpio sin odios ni rencores, entonces y sólo hasta entonces seré apto de ti, te buscaré y te amaré como te mereces con todo mi corazón... Pero Sakura, mi querida Sakura... En esta vida no.

No puedo permitir que te cases mañana con Gaara. No, no podría aceptarlo... verte en los brazos de alguien mas. Sabes, destruiré a Kohona y a todos sus habitantes, pagaran por lo que le hicieron a Itachi, pero tus bellos ojos no lo verán, no permitiré que veas el lago de las llanuras teñirse de rojo, te irás de este mundo pura y limpia como siempre fuiste...y cuando cumpla mi venganza me iré a seguirte mi vida, nuestros destinos ya están pactados.

Te prometo estar contigo en otra vida, amarte de principio a fin de nuestras vidas, pero no en ésta Cerezo."

El rostro de Sasuke esta tan cerca del suyo que podía saborear su aliento, entonces con dificultad pudo articular una única frase.

Un Amor EnfermisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora