Encontrada.

Capítulo Tres.

—¡Alison! será la última vez que te llame niña — escucho la voz de mamá despertandome.

—Ehh si mamá estoy despierta— le respondo, un poco adormilada. Me despejo de mi ropa y voy a la ducha.

Al terminar salgo del baño dirigiéndome hacia mi armario tarareo una melodía.

Mientras recojo mis útiles y demás cosas en mi mochila, al terminar tomo mi celular y bajo las escaleras, veo a mi mama en la cocina preparando el desayuno.

Le ayudó ha poner la mesa y nos sentamos a comer.

— ¡Mama!! —hablo con la boca llena.

— Dime querida pero cuando te tragues lo que tienes en la boca que salpicas el mantel niña— me dio una mirada molesta.

— Okey — mastico rápido para decirle, trago y le informo.

—Mamá como se que no estarás cuando llegue, así que te lo dire ahora ¿puedo salir con Amy?— le doy una mirada de cachorro yo con hambre.

—Mmmm — con su sonrisa tipica de que no me dejara ir.

— Porfiss mami — le ruego— sabes que casi ni salgo solo estoy aquí es hora de que me des libertad madre— le digo en broma.

—Más de la que te doy? — se ríe a carcajadas.

—Ya mamá en serio, ¿me dejas ir? —dije haciendo un puchero.

—Mmm si — Soltó en un suspiro derrotada— ¿Pero a que hora vienes?

—Pues no sé tarde no sera, y adios mamá me tengo que ir, ya se me hace tarde— le doy un beso a la mejilla.

—Adiós mi reina, que te vaya bien, cuídateme mucho — me tira muchos besitos y me acompaña a la puerta.

[•••]

Llegué a la escuela, voy directo a mi casillero a ver mi horario de hoy, me toca historia, lenguas extranjeras y química.

"Hoy será un hermoso día"

Me dije ha mi misma y que se note el sarcasmo.

Escucho el timbre para entrar a las aulas y termino lo que estaba haciendo para así irme rápidamente a mi clase de Historia, tantas personas, es casi imposible caminar normal aquí, siento chocar con algo suave pero a la vez muy duro.

— ¿Qué te pasa? — Pregunto muy furiosa, recogiendo mis cuadernos que gracias al chico se me calleron.

—A mi nada querida, ¿y por que te pones furiosa?— me mira fijamente a los ojos y juega con sus cejas — si fuiste tu quien acaba de tropezar conmigo, ojala tu tropezar todos los dias con esta hermosura de chico. — tira de repente con su ego al aire.

—Mmm, si te hace sentir mejor, lo siento — lo miró fijamente a los ojos — ni siquiera te vi — lo miro de arriba hacia abajo, el solo me mira confuso — creo que tienes la autoestima muy en los cielos " hermosura de chico "- digo con algo de sarcasmo y mirándolo con desprecio.