Donde Está El Amor? (Yaoi)

Un buen perdon

Narra Alex: ya era el siguiente día, no podía dormir pensando en Fabricio, y lo mal que se debió haber sentido, pero aún así igual debía pedirle perdón, pero, también estaba Diana, los dos se sintieron mal por mi culpa...pero debería disculparme con ambos y así ver si podemos ser amigos...al menos con Diana.
Después de arreglar me, me dirigí hacia Fabricio algo dudoso, aún así, toque su puerta pasó un rato sin respuesta pero luego se abrió la puerta un Fabricio desarreglado me miraba con algo de odio pero con ternura...no sabía que decirle, pero suspiro y se corrió para que yo pasara, camine por el pasillo, botellas de alcohol chocaban con mis pies, era horrible verlo así, y aún peor sentir que era mi culpa..., usaba un suéter de mangas largas verdes, pero un short abajo, era extraño.
Ya cuando ambos nos sentamos, lo mire a los ojos, me miraba con con unos ojos enrrojecidos, aquel silencio marcaba la linia, entre nosotros, no sabía que decir, pero el tomo la primera palabra.
- Entonces, ahora que quieres de mi?
- Quería disculparme...
- Sobre que? Ya se que tu eres hetero, no te puedo cambiar, pero..-agarro mi mejilla la acarició con su dedo pulgar- yo te amo, tal y como eres -esas palabras se sentían como pequeñas puntadas en mi pecho, además de hacerme sentir que no merecía a aquella persona-
- .....
-baje la mirada para dejar que mis lágrimas cayeran por mis mejillas mirando al suelo, para sentir que se sentaba junto a mi, me abraza muy fuerte, mientras que con la mano secaba mis lágrimas, no me sentía capaz de abrazarlo incluso de verlo, me sentía horrible, era horrible, yo era alguien horrible, aún así, el me quería, yo no sabía que hacer, sólo lloraba, en silencio, mientras me apoyaba en sus brazos.
- Oye tranquilo, esta bien, yo te perdono...
- Es encerio? - necesitaba saber si era encerio, por lo que había echo no me lo merecía-
- Claro que si, estas perdonado...pero sólo por una condición -subí la mirada, para verlo a la cara y asentir levemente-
-No te resistas. -me sorprendí por sus palabras, para luego sentir el tacto de sus labios en mi cara, yo apoye mis manos en sus hombros, para, proceder a abrazar su cuello acercándome a el, mientras correspondía su beso, el me tomaba de mis caderas, y así yo lo abrase también con mis piernas haciendo que el cayera sobre el sofá recostado, y yo sobre el para separarme del beso y mirarlo con un han rubor-
- Estas seguro que queres seguir a pesar de lo que hize...
- Le demostrare a esa zorra quien manda, y tu serás el primero en comprobarlo -me sonrió con una cara de lujuria y yo sólo asentí como un sumiso obediente a su amo. La siguiente parte es hard, si no te gusta puedes saltarla.

Después de desvestirnos, ambos, el se volvió a recostar sobre el sofá, y yo me senté sobre sus caderas, para mirarlo muy sonrojado, y tomar su miembro, y colocar la punta de este en mi entrada moviéndose un poco en círculos.
- había olvidado lo bien que se sentía tocarte.
- calla...
Deje de moverme para empezar a sentarme sobre su miembro introduciéndolo en mi, era más grande que la última vez, mi respiración de acelero, mientras bajaba asta juntar nuestras caderas, lo miraba con los ojos entre cerrados, mientras el colocaba mis manos sobre mis caderas,  y empece a levantar mis caderas saltando sobre su miembro, sentía como mis paredes lo apretaban, era algo mágico, yo no podía aguantar y empece a gemir su nombre, mi mente se colocaba en blanco, no sabía que pensar, era increíble, yo me sentía increíble. Saco una mano de mis caderas y tomo mi miembro y empezó a tocarlo y a jugar con el, yo sentía como mi cuerpo se entumecía, mi mente en blanco y lo único que podía hacer era gemir y gemir, no podía pensar y mi vista se nublaba, estaba muy perdido por culpa de su miembro.
Después de un rato de saltar, el me acomodo poniéndome en cuatro acercando sus caderas a las mías y empezar a entré en mi nuevamente, mientras con su mano, frotaba mi miembro, volví a no poder aguantar y a empezar a gemir su nombre nuevamente, su ritmo era bastante más rápido que mis saltos, y mi dilatada entrada lo gozaba como nunca. Asta que se detuvo y sentí como su esencia llenaba mi interior, aquel tibio líquido se sienta tan bien dentro de mi.
Se separó de mi y su semen salió de mi entrada en un leve chorro, para abrazarlo.
- Te adoro...