Hola. Me llamo Delfina y soy amiga de Micaela. Escribo mucho más que ella, pero la idea es toda suya. Así que dennos amor.
---------------------Todo empezó un día en que estaba haciendo un vídeo con Stone. Era de tarde y ambos estábamos cansados
de gritar estupideces, de modo que nos despedimos de la audiencia y apagamos la cámara.—Bobi —llamó mi atención.
—¿Qué pasa?
—¿Recuerdas cuando... Te emborrachaste hace unas semanas?
—Eh... creo que no.
—¿Seguro? —insistió— ¿Nada de nada?
—Ni siquiera recuerdo haber estado borracho —me senté con cansancio en el sofá—. Sabes que yo nunca bebo.
—Sí, pero esa vez estabas muy mal...
—¿Por qué insistes tanto, tío? —perdí la paciencia. No estaba de humor para interrogatorios—. ¿Pasó algo esa vez?
—Pues... de hecho sí.
—¡¿Qué ha pasado?! —si no dejaba de hacerse el misterioso, le daría una colleja.
—No... mejor no.
—¡Bobito!
—No es nada del otro mundo.Decidí que lo mejor sería dejar de insistir. Se lo veía extraño últimamente y evitaba contacto visual conmigo. Así que no creía poder sacarle mucha información sobre lo que había hecho en mi estado de intoxicación.
Esa vez se quedó a dormir en mi casa. Leo también vendría y trajo comida (como doritos, cheetos, refrescos y pizza). Sería una noche de machos de pecho afeitado (sí, Stone, nos dimos cuenta)
En cuanto el portero electrónico sonó, fui a abrir sin siquiera preguntar si se trataba de Leo o no.
En mi habitación habían dos colchones aparte de mi cama. Los dos malditos sangre sucia dormirían en el suelo como los asquerosos animales que son.Dejando de lado mi parte cabrona, nos divertimos bastante esa vez. Competimos a ver a quién le entraban más trozos de pizza en la boca (gané).
En un momento, a Leo le dieron ganas de cagar, así que fue al baño y me dejó sólo con Alejandro. Jugamos a una guerra de cosquillas para matar el tiempo ya que el cabrón tardaba mucho.
De alguna forma terminé debajo de él en un ataque de risa. Me estaba ganando y no podía ni moverme por los efectos extraños de las carcajadas. Cuando decidió dejarme respirar, nos quedamos así para recuperar el aire y las fuerzas. De un momento al otro miré directamente a sus ojos oscuros, y su rostro blanco casi amarillento por la luz del velador.
Apretó los labios y enseguida dijo:—Lo siento —intentó salir de encima, pero lo tomé de la nuca y le di un beso.
Al principio se negó, pero insistí tanto que terminó correspondiendo.
—¿Qué pasó aquella vez? —pregunté.
—No conseguirás que te lo diga.Enseguida le di una patada en la tripa y cayó rodando de mi cama.
En ese momento, entra leo:
—¿Qué ha pasado aquí?—joder— murmuró.
—Nada—Dijo stone, mientras lo fusilaba con la mirada.
Ellos se habían ido a dormir, mientras yo no podía pegar un ojo y daba vueltas en la cama, hasta que logre conseguir el sueño.En el sueño:
—Venga, bobito, tómate un chupito más —Me dijo con una risa algo tonta, claramente ya estaba algo mareado.
—No bobi, ya sabes que no tomo, encima he tomado tres obligadamente—Le contesté con fastidio.
—Joder, eres un amargado —dijo mirándome con mala cara.
—No lo soy —le contesté.
—Que si lo eres.
—No lo soy, ¿Quieres que te lo demuestre? —dije desafiante.
—¡Venga! Muestra que no eres un putisimo amargado —Me dijo mientras se me acercaba lentamente a la cara, de lo cerca que estaba podía oler el sabor a whisky que salía de su boca.
—Ole pues.Sentí el escozor en mi garganta del chupito una vez más. Sentía que me estaba quemando por dentro, pero todo sea por taparle el culo al idiota de Alejandro.
De pronto me desperté de golpe, me encontraba agitado y la garganta me dolía a mil.
—¿Qué coño he soñado? —Dije mientras miraba confusamente a bobi, que se encontraba acostado en un colchón en el suelo, babeando y abrazando a mi elefantito. Sonreí maliciosamente
—Voy a enseñarle a Alejandro a no tocar mi cosas.
Fui a la cocina, agarré un tupper,lo llené de agua hasta el tope, fui a la habitación y me acerque lentamente hacia el.
—Esto, es para que aprendas a no tocar a mi elefantito —exclamé iracundo mientras le tiraba el tupper con agua.
—¡¿Que cojones?! —Grito stone desesperado, buscando una explicación.
—No toques a mi elefantito —Le dije mientras le sacaba la lengua.
—¡PASIVA DE LOS COJONES!Comenzó a perseguirme por toda la casa despertando a Leo. No sé cómo logré sobrevivir aquella vez. Fueron momentos en los que mi corazón latía a mil por hora... y no precisamente por la corrida.
Ese sueño debía significar algo.
ESTÁS LEYENDO
STOWEN IS FUCKING REAL [NOVELA EN CURSO]
FanfictionY así fue como follaron como locos hasta el amanecer