-No te quiero- Dijo ella.
-Si lo haces solo que tienes suficiente ego para admitirlo- Respondió el
-Me haces mal-
-Pero me quieres cerca- Dijo el acercándose y tomándola de las manos.
En ese momento no pudo contestar, era cierto y lo debía admitir. Saliendo de su agarre lo pecho para que se alejara.
-No puedes alejarte de mi Ángel-dijo el un poco molesto por no poder convencerla- Estamos unidos lo quieras o no.-
-¡No lo quiero!- contesto ella un poco molesta ya que el estaba apunto de averiguar sus sentimientos.
-Lo siento si no me amas pero estaremos unidos para siempre y lo sabes- Mostro su muñeca- Desde nacimiento.-
La chica vio su muñeca conteniendo la sonrisa, esa marca era el lazo que los unía, el lazo que jamás dejaría que se separarán, el lazo que ella amaba tanto.
-Lo se y no digas que no te amo-
Los ojos del chico le dedicaron un brillo mientras su boca se abría en una sonrisa.
–Así que ¿tengo posibilidad?-
La chica sonrío y le dio un pequeño abrazo.
-Siempre la tuviste, solamente quería ver si te rendirías tan fácil al no demostrarte cariño alguno.-
-Nunca me rendiría, ángel, te amé, te amo y te amare por siempre.-
-Dylan, te amé desde el primer momento en que te vi-
El chico sonrío, sus ojos dejaban ver el brillo de su felicidad, la felicidad que tenia al saber que su alma gemela también lo amaba, la felicidad de saber que podía tener a esa mujer que lo hacía tan feliz, que le hacía sonreír pasara lo que pasara y que nunca lo dejaría. Sin resistirse la beso por primera vez.
