Yo sin ti.

Capitulo 3.

Esta conduciendo sin rumbo.Es la primera vez que conduce por esta localidad, las calles están vacías y solo se escucha el motor del auto. Da tragos a su botella queriendo olvidar toda la mierda de hoy.El alcohol en su garganta ya no es mas que agua para el.

Entonces comienza a recordar como comenzó todo esto que se suponía y era perfecto. La primer presentación y como Adam convenció a los productores y a tío Dave de su talento. La primer vez que llego al estudio a grabar y la gente aplaudía por su primer sencillo. Los primeros premios y conciertos, autógrafos y giras... Todos creían en el, estaban convencidos de que seria algo grande durante muchos años y el no hace mucho creía eso. Golpea el volante con la botella por qué, ¿Cuando fue que cambio todo? Todos estaban con él ¿Y ahora quién lo hacía realmente? ¿Por que se sentía tan solo?

Empina la botella en su boca pero no hay más líquido.Vaya estupidez.Voltea hacia el asiento de atrás para lanzarla.

Vuelve la mirada hacia el camino y alguien aparece frente al coche. Pisa el freno y gira el volante bruscamente. Se desvía tan rápido como puede, el coche se sacude y  va a parar arriba de la banqueta y contra el poste.

-¡Mierda!- Se ha golpeado la cabeza.Toma un respiro por qué el corazón le late tan rápido que siente que va a explotarle. El susto le ha bajado el alcohol. Se recarga en el asiento asimilando lo ocurrido, mira alrededor y sale del coche- ¡Oh mierda¡ ¡mierda! ¡Perdón!, ¿Estás bien?

Ve a una joven parada de espaldas a el.

En medio de la calle

Esta en shock.

Las piernas le tiemblan por el miedo y también por el frió. Hay frutas por todas partes. El mira todo el lugar y entonces se da cuenta que se le ha caído todo a ella.

-¿Que si estoy bien?- ella logra articular.

Se agacha molesta sin mirarlo y comienza a recoger la fruta que se le ha caído.

-¿Es un día muy soleado verdad?Así que por eso conduces con tus gafas- recoje tan rápido como puede- ¡Me hiciste tirar todos mis vegetales! ¡Acabo de perder como 50 dolares!
Y estabas por matarme! !No estoy bien claramente!

-50 dolares, 50 dolares...

Escucha decir al hombre y lo mira. Esta parado frente a ella buscando dinero en sus bolsillos. Y no se ha quitado las gafas.

-50 dolares es mucho dinero... -le dice- ¿Que miras? ¡Levanta todo lo que queda!-el se agacha tan pronto como ella se lo dice- ¡Rápido!

-Si, si...

Toman cuanto pueden y lo dejan en la bolsa. Ella camina hacia el auto y se agacha para ver cuanto fruta se aplasto por las llantas.

-Todo esta aplastado bajo el auto...

Se queja.

-Te enviare el dinero, dame tu numero y dirección- le dice a ella desde lejos.

Ella no contesta.

Justin se acerca mientras recoge lo que queda a su paso.

- !No! ¡Deberían darte una lección!-lo mira mas furiosa- Agáchate, y recógelos todos.

- Okay, Okay- se apresura.

Se acuesta en el pavimento y estira su mano debajo del auto. Se estira aun mas pero no puede alcanzar nada. Ella yace incada a su lado y lo observa.

-No podrás sacarlas del auto...

El hace un intento más,pegándose en la cabeza pero se resigna.

Ella se ríe y rápidamente vuelve a ponerse seria cuando el se levanta y la mira.

-Olvídalo- se para molesta y tomo su bolsa del suelo.

Camina lejos de el a paso rápido. No quiere ponerse más moleta de lo que está. No quiere gritarle lo que piensa.Haber salido en la noche por la despensa ha ido más que peor. Entre todas las cosas que pensó que podrían pasarle como: ser asaltada, que el dinero no le alcanzase, que estuviera cerrado. Le ha pasado esto.

-Lo lamento, de verdad- le grita Justin.

-Esa era la rocion de una semana - le grita de vuelta- Y tu lo arruinaste.

Y desaparece en el camino.

Justin se tira al suelo y se queda sentado unos minutos pensando que a ella le han importado más sus verduras que el hecho de que casi la golpea con el coche. Levanta un pedazo de tomate aplastado y lo mira. Se frota la cara pensando en que pudo haberla aplastado y dejado igual que ese vegetal. Aparta esos pensamientos de su cabeza y se levanta del piso.Va hacia su auto. Esta destrozado. Abre la puerta y saca la botella, la mira y esta vacía. La lanza al suelo y cierra la puerta de un portazo.
Piensa un momento en que hacer. No conoce este maldito lugar pero tampoco quiere hablar con Adam. Decide irse y camina en medio de la noche en busca de algún bar para calmar su mente de lo sucedió hace unos minutos y también por lo que sucede en toda su vida.