Mi cabeza daba vueltas sintiendo como era sostenida por una persona que prestaba sus piernas para que no cayese, me levante para ver a la persona que me cuidaba encontrándome a la panadera de la escuela. Mis pupilas se dirigieron hacia abajo, temblorosas. Las mejillas me empezaron a arder y sentí que las lágrimas no eran para nada necesarias, de hecho me olvidé de su existencia y del porqué estaban allí era todo mi culpa, por otro vil akuma como Ladybug lo mencionó, me sorprendí cuando ella apretó un poco sus brazos alrededor de mi cuerpo.
Nunca había notado la calidez que transmitìa, Marinette olía bien, su cuerpo era suave y acogedor y le dirigía otra de sus tantas sonrisas que había visto a lo lejos en la escuela, y de cerca cuando era salvada.
Cerré los ojos, disfrutando su consuelo.
—Todo estará bien Chloe—repitió dulcemente en un susurro—, buscaremos una salida todos están preocupados por ti.
Molesta; eso era lo que me decían todos, siempre. Yo sabía que era verdad y nadie tenia la culpa más que yo, pero prometí ser fuerte para Adrien, se lo prometí a la Sra. Agreste. Había que ver la realidad, no tenía oportunidad de volver a tenerla con nosotros. Tampoco puedo imaginar milagros, como Ladybug y Chat Noir, que siempre parecen querer intentarlo a pesar de tener conciencia de la dificultad a la que se enfrentan, y eso solo hacía ver lo patética que era, y el fracaso que fui para mamá, ya no quería pensar en eso. Dolía, y duele después de 10 años. Preferí concentrarme en la respiración de la panadera. Cuando la oía era fácil olvidarme del sonido del derrumbe al que nos encontrábamos dentro tras el ataque de uno de los villanos, sentadas una frente a la otra, de la triste sensación de la perturbadora soledad a nuestro alrededor. Nadie más. Solo nosotras nos encontrábamos en aquel lugar.
Sonreí de forma casi imperceptible, Marinette se alejó un poco y la miré a los ojos. Ella seguía con esa expresión, aquella curva en sus labios rosados y esa mirada tierna que buscaba hacerme sentir mejor, a pesar de que yo no se lo había pedido. Por mucho tiempo la evite, pasando a molestarla e incluso humillarla...cuando la realidad era otra; Yo solo quería ser su amiga...ese era mi propósito anterior.
No pude evitar fijar mis ojos en su boca que mantenía esa dulce sonrisa para mí, estiré los brazos para posar mis manos en sus hombros empujándola hacía mí. No sé porque lo hice, a penas nuestros labios se juntaron me di cuenta de lo cálido y dulce que era, me arrepentí. Mi cuerpo tembló y cerré los ojos a pesar de que quería seguir mirándola, solo porque supe que sería horrible ver una mueca de asco en ella. Se sentía tan bien.
Ella... era suave, siempre olía muy dulce y su sonrisa siempre era el premio que hacía que el día valiese la pena; y cuanto más lo pensaba, 'mas me daba cuenta que ella me gustaba y no solo era la búsqueda de un consuelo.
Papá me mataría. ¿Qué pensaría Adrien? Sentìa mis ojos acumular las lagrimas retenidas, de lo único de lo que estaba segura, y de lo que puedo pensar con claridad en estos momentos, es que no tenia la menor intención de romper el contacto, por eso Marinette tuvo que hacerlo, lentamente y con gentileza después de un largo suspiro.
—Chloe...—susurró con timidez, y quizás algo de sorpresa. Mi cara palpitaba ya por toda la sangre acumulada allí. No recuerdo la última vez que estuve tan avergonzada y molesta al mismo tiempo conmigo misma.
—No digas nada, Marinette—pedí de forma inmediata, poniéndome rígida y decidiéndome a abrir los ojos. Primero los posé en sus piernas sin atreverme a mirarla todavía, pero ella emitió otro sonido, como si intentara pronunciar mi nombre, y entonces por fin subí la mirada lentamente.
Nunca la vi tan nerviosa. Toda su cara tenía un sonrojo que parecía ahogarla. De sus labios temblorosos intentaban escaparse palabras que su boca no articulaba adecuadamente.
Sonreí, relajándome solo un poco, de verdad era linda.
Sé que a ella le gustaba Adrien también. También soy consciente de que las palabras que intentaba formular eran para rechazarme de la forma más sutil posible, pero no me importa ni en lo más mínimo.
Yo probé sus dulces labios y eso era mas que suficiente.
− Marinette– continuo esta vez aferrándome a la blusa de la azabache – me es imposible seguir con esto, a veces pienso que hubiese sido mejor que me dejaran morir el día que me atacase un villano, asi todos estarían mejor y fuera de peligro.
− ¡Jamás vuelvas a decir eso! – espetó duramente y mirándome a los ojos completó – Nunca, ¿entendiste? Te quiero... todos te queremos, aunque de diferente manera – se autocorrigió con cierto nervio, sabía que no podía hablar igual por todos, pero lo hacía por mi – a veces puedes ser un poco malvada, pero nos dolería mucho el perderte.
− Mari... − susurré con la mirada fija en la ojiazul, otro estruendo cayó sobre el derrumbe donde nos encontrábamos escuchando un grito de dolor seguramente de Chat Noir, me gire para encontrarme con una mirada de impaciencia por parte de la chica, sabía el motivo de ello y a pesar de las condiciones ella no se transformaría frente a mi por que no era de fiar, era la reputación que me había etiquetado, curiosa manera el saberlo justo después de ser salvada por ella, siguiéndola tras un simple árbol no se vio a mi heroína, sino a la dulce chica de la que me había enamorado pero cuando estaba dispuesta a girarme para disimular dormir sentí que tomaban mi hombro y en mí posaba una mirada de decisión y confianza, tragó duro y sin pensarlo acerco nuestros labios, haciendo presión levemente con los de Marinette, tuvieron que pasar unos segundos para que fuera correspondida y ella se sumergió en el dulce sabor de ese beso, al cabo de unos momentos se tuvieron que separar por la falta de aire. Ninguna dijo nada, solo dirigiéndose miradas con ello decían todo, llevé mi mano hasta su hombro y me acerqué a su oído con una sonrisa picara.
−Ve por ellos...Ladybug− no tuvò que mirar para saber la expresión de sorpresa que debía tener en ese momento cerré los ojos alejando mi cuerpo de ella para que pudiera transformarse, y así fue. Escuchando unos susurros y el sonido del yoyo al lanzar siendo el ultimo de 3 donde unos brazos la tomaban por la cintura pegando sus cuerpos y entonces los abrió; encontrándose con su heroína, su compañera, su ídola... su amor.
Llegaron frente al hotel de su padre dedicándose una mirada antes de que la mariquita se retirará para salvar el día y ella entrará para ser recibida por Sabrina y su padre dejándose abrazar esperando todo terminase pronto. El villano cayó y Ladybug y Chat Noir fueron aplaudidos por ello, entre tanta gente que la observaba tan ágil, valiente y bella parecía que la buscaba con la mirada hasta que la encontró, y muy dulce también, se retirò del circulo de gente adentrándose una vez mas al hotel hasta su habitación, azotando la puerta al llegar siendo recibida por unos brazos abiertos y una sonrisa de sol, sin dudar, se abalanzaron una contra la otra, recibiéndose con otro beso y acariciando la piel que quedaba expuesta.
¿Cómo le dirían a los demás?
Ni ellas mismas lo sabían. De lo único que se hallaban conscientes en ese momento que no eran amigas, hermanas, confidentes así que, ¿Por qué no amantes? Ambas al darse cuenta del amor no correspondido de Adrien, este las había rechazado dirigiendo su amor hacia otra chica misteriosa la cual al parecer lo rechazó también, tardaron cerca de 2 años en dejarlo ir, y ahora ellas habían encontrado el amor en la otra.
− Cuidado Ladybug, no querràs hacer mucho ruido−mencionó al robar otro beso a la peliazul y recibiendo en respuesta una mirada de asombro y reproche
−Chloe Bourgeois; ¿acaso me pides ser callada? Vaya que has salido princesa− le reprendió en tono de broma, touche, no era la mejor para callar a las personas usando ese argumento, pero si lo era para callarla a ella a besos y de los próximos que estaban por tener; ahora si hablarían de ella, y pensar que podría tratarse de un sueño; la princesa y la plebeya como todo cuento de hadas, habían encontrado su final feliz, y la plebeya la había cautivado siendo ahora su princesa.
−Plebeya...no, mi princesa Marinette− susurró y todo silenció inundándose en los besos de la otra ignorando su alrededor, por que el momento solo era de ellas dos.
Fin.
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La Princesa & La Plebeya(?)
FanfictionPor que asì lo verìan todos; como la princesa y la plebeya su relaciòn siendo un cuento nada màs que contar; pero en este cuento ambas lo decidieron cambiando la historia donde ambas encontraban el amor en la otra, quien dijo que la princesa y la p...