「❀;001.」

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Pequeños brincos de emoción mezclados con nerviosismo es lo que impulsaban seguidamente las puntas de sus pies, mientras sujetaba con fuerza la mano de su madre.

— ¿Falta poco?

Y es que para él, lo más emocionante era verlos en primera fila.

The bird's.

Amaba cada uno de sus actos y entre más crecía su emoción, más tardaba la fila en avanzar.

— Si cariño. Sólo se paciente.

La mirada, poco indiscreta, de su madre fue casi como una nalgada directa, tratando de mantener su imperactividad dentro de sí. Sujetó la cámara que tenía colgando de la correa, y empezó a tomar fotos.

Lo único que logró captura bien fue al cielo y a un tipo sacándose el moco.

— ¡Que raro!

Sus ojos se abrieron de sorpresa y su boca formó una perfecta "O"

— Tae, vamos, nos toca.

Con pasos apresurados y consecutivos, llegó hasta el lugar donde estaba su madre, con ella sujetando su mano, entró a la carpa.

— Wow...

Tal como lo habían anunciado, todo era fascinante, si el lugar de por si, se miraba pequeño desde el ángulo de afuera, era simplemente una ilusión óptica.

¡Fácilmente cabrían 100 elefantes!

O al menos eso pensaba.

— Ven, vamos por aquí.

Un leve apretón en sus manos lo hizo volver a la realidad, con sus piernas cortas y tropezando con el listón de la cámara llegó a una de las bancas más altas, desde ese lugar miraba perfectamente todo.

Gente comprando, hablando o implemente esperando a que todo empezará. Sin retardos sujeto su cámara en sus manos, las cuales temblaban de la emoción y nervios.

Estaba completamente seguro que vomitaría.

Pero se mantuvo de ello.

Dos, tres, cuatro, fotos o quizás diez. No sabe con exactitud cuantas tomó, pero todas eran perfectas, en especial esa de... ¡Oh! Él tipo del moco otra vez.

— Que raro.

Juntó sus cejas y abulto los labios en leve señal de enfado, cuando una voz un tanto distorsionada lo interrumpió y el humo comenzó a salir de todos lados.

La función estaba por empezar.

— Un mundo donde la imaginación reina, donde tú construyes tú reino.

Varios participantes aparecieron dando su show en especifico, fuegos artificiales, humo, efectos de sonido; entre otras cosas llenaban aquella carpa y TaeHyung estaba a punto de morir de la emoción.

— ¡Un mundo, donde la imaginación reine!

Muchas palomas blancas salieron de un lugar desconocido, dando entrada a su mago favorito:

— ¡Jin, el magnífico!

— Un lugar donde humanos y animales convivan en armonía.

Entre las penumbras y de alguna parte de las gradas salió un chico con una gabardina negra, de ella se descubrió una serpiente de su manga izquierda y de la otra una tarántula.

— ¡Joy, mejor conocido como TK!

La manos de TaeHyung temablaban, y estaba seguro de que en todas las fotos que tomó, salían borrosas. Todas eran así.

Pero su emoción en aquel entonces, ya era demasiada. Suerte tendría si no se meaba en los pantalones.

— ¡El cielo es nuestro escenario, y la luna nuestra artista!

El techo de la carpa desapareció por completo y entre la luz de luna apareció un chico montando las alturas.

— ¡En su debut, Jimin él trapecistas!

Al pequeño de 8 años no le dio siquiera tiempo de tomar fotos, aquel chico de extraña flexibilidad y buen equilibrio robó por completo su atención.

Sus movimientos tan rápidos y certeros fueron capaces de robar un "wow" del público.

— Que bello...

Sus ojos brillaban, sin duda alguna, esa presentación dio comienzo a una gran fascinación del pequeño.

— Dignate a mirar otra vez, ahora nos ves, ahora no nos ves, abracadabra...

Jin dio por finalizado el espectáculo despareciendo a todos del escenerio, exceptuando aquel chico, quien seguía moviéndose sin miedo alguno sobre la cuerda tan frágil como el hilo de la vida.

Burlando así a la muerte.

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⏰ Última actualización: Nov 21, 2016 ⏰

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