Cuando morí, lo primero que pensé fue en despedirme de ti, tal vez fue porque estaba manteniendo una conversación contigo, cuando paso. Y antes de partir por completo le pedí a aquel que se encarga de dejarte entrar al cielo que me dejará despedirme de ti, y dudándolo al fin acepto. Me escabullí en tu casa, era tu cumpleaños, me senté a esperar en el sillón al que llamas sala, no tardarías mucho en llegar, no eres de las personas que dura mucho en las fiestas, ni siquiera en tu cumpleaños. Abriste la puerta, la cerraste con seguro, te serviste un vaso de agua y fuiste a tu habitación, por un momento olvide que tú no podías verme. Te seguí y me senté en una silla que utilizas de closet cuando no tienes tiempo, espere pacientemente hasta que llegó la hora donde entraste a la cama; mentalmente pensaba en que decirte exactamente, tenía que decírtelo todo, era mi última oportunidad
El tiempo paso rápido y sin darme cuenta, tú ya estabas recostado, respirando suave y lento, cayendo lentamente en un sueño profundo. Y me infiltre en tu sueño, era una sala blanca, tú llevabas tu ropa favorita y yo la que usaba cuando nos conocimos, sonreíste al verme, el archivero de mi memoria siempre guardará ese segundo de felicidad, entonces el tiempo se agota y tengo que hablar:-Tal vez sea la última vez que te vea, posiblemente después de esto, me iré totalmente, entonces quiero decirte que te quiero y fue inevitable no hacerlo, supiste como incrustarte a fondo en mi corazón, no tienes idea de cuánto agradezco haber tenido el honor de conocerte, por favor, no quiero formar parte de tus recuerdos, porque cariño aunque posiblemente sólo me queden 21 gramos de existencia siempre estarás presente.-Tu cara tomo un tono de confusión y entonces tuve que explicarte que paso y porque me despido; así que continue:-Fue en un tiroteo 5 balas, 4 al objetivo, una perdida, que me perforo el pulmón, dejándome morir lentamente y tú fuiste lo primero que pensé. No tengo mucho tiempo, tu alarma en cualquier momento sonará y quiero pedirte que me abraces, no quiero desaparecer, no quiero irme sin haberte tenido por última vez.-Como si esas fueran las palabras que estabas esperando, corriste y me abrazaste, tu aroma embriago a mi nariz y una lágrima corrió por mi mejilla y entonces en ese abrazo que creí interminable, sonó la alarma y desaparecí.