Hermosa, pero trágica

Nuestra historia es hermosa. Pero también trágica.

Sucede que nos queremos demasiado. Tanto como para abrazarnos y tomar unas copas juntos. Tanto como para contarnos nuestros secretos y confiar en el otro con el corazón.

Pero también sucede que no estamos juntos. Y jamás lo estaremos. Simplemente porque no podemos estarlo. Me toca verte salir con toda esa gente y yo estoy segura de que absolutamente nadie te va a querer como yo. Y a ti te toca ponerte celoso cuando me ves con alguien, pero luego sonreirás y dirás que te alegras por mi. Porque siempre estas feliz por mi, así como yo estoy feliz por ti.

No quiero que se malinterprete, amo como no somos nada y nos amamos como para todo. Nos amamos tanto como para no estar juntos. Como para que cada uno haga su vida. Como para que el alcohol junte nuestros labios un sábado a la noche y un domingo a la mañana todo siga igual que siempre.

Es un amor sin ataduras y sin pretensiones. Un amor silencioso y envolvente. Un secreto entre nuestros ojos. Una historia que nos pertenece. Y se titula así: Hermosa, pero trágica.