En búsqueda del amor

Capitulo 2

Pase con la esperanza en que pudiera abrir la puerta en cualquier momento y no sucedió, se encerró por todo el resto del día.

Al amanecer del día siguiente, como todos los días tenía que ir a estudiar. -será un día aburrido- dije con una gran tristeza... cuando escuché que toda mi familia empezaba a despertarse corrí al cuarto de mi hermana con una gran desesperación.

Cuando la vi le dije. - hola hermanita- con un gran sarcasmo que podía notarse muchísimo.

- ¿qué tal amaneciste? ¿dormiste bien?- le pregunte con una gran sonrisa en mi rostro.
- si supongo que si- contestó ella aún adormitada.
Le respondí con la voz un tanto fuerte -me dirás lo que estabas muy entusiasmada en decirme el día de ayer y que no me lo has dicho por egoísta-.
-te lo digo al regresar, ya se me hace tarde. Quítate de mi camino- dijo de igual manera con sarcasmo.
-bueno está bien- le conteste.
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Cuando estaba en el colegio, seguía preguntándome- ¿quién será? ¿será guapa o fea? Bueno eso no importa- esas y otras preguntas corrían en mi mente. Esa noticia era muy impactante para mi.

No sabía el motivo de mi emoción, todo el mundo me conoce por mujeriego y en realidad no me importa que piensen eso de mi. Para mí eran unos pequeños halagos que podían darme, por qué no me importaba lo que las personas pensaran de mí. -todo me da igual- era la frase que siempre me repetía cuando decían algo malo de mi.

Pero en realidad, a veces me pongo a pensar en por q seré yo así de mujeriego. Hay muchas conclusiones que he podido llegar... será por q quiero estar con alguien, por qué es la naturaleza del hombre andar con una y con otra, por q quiero encontrar al amor de mi vida y en algún intento llegara a suceder... esas y muchas más son las conclusiones que he pensado. La más probable es que quiera encontrar al amor de mi vida.

Pero también existe una dificultad en mi, no soy bueno en el amor...

Lo he intentado muchas veces dar todo de mi, para poder recibir amor. Amor sincero, de esos que muy pocos pueden obtener. No estoy muy seguro si yo pueda encontrarlo...

-muchachito- gritó la catedrática muy enojada. En ese momento reaccione muy asustado y con una sonrisa, tratando de disimular que nuevamente me había perdido en mis pensamientos.

-Cuando termine el horario de clases quiero platicar con usted-. Volvió a decir mi maestra.
-está bien- le conteste un poco humillado, viendo que todos los alumnos se reían. No sabía dónde poder ocultar mi vergüenza.
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El timbre sonó y cuando lo escuche solo me recosté sobre el escritorio en ese momento solo pude decir -rayos- estaba desesperado por irme y asustado por lo que me podría decir la maestra. En realidad no iba tan bien en mis materias, soy un chico muy dejado, haragán y no muy inteligente, pero muy atractivo...

Todos los alumnos salieron del salón de clases y yo seguía ahí sentado en mi escritorio, esperando haber que le decía la maestra.

Ella se acercó y le dijo -vea, yo he notado que está muy distraído que es lo que le está pasando. Tenga la confianza y cuénteme lo que le está pasando- se podía ver el interés que tenía en ayudarme.
Yo le contesté -no pasa nada, no sé por qué piensa eso de mi. Estoy del todo bien, si me permite se hace tarde y tengo que irme. Hay muchas cosas productivas por hacer- mi sarcasmo era tan impredecible, pero me gustaba hacerlo para poder ver los problemas como una diversión.
La maestra nuevamente volvió a preguntarme -¿seguro que no le pasa nada?-
Le volví a repetir -le he dicho que no. ¿Ya conversamos un poco, así que por favor déjeme ir? ¿O que? ¿Estoy castigado?-
-puede retirarse- contestó ella.

Yo sabía que mi actitud había sido pésima con ella y por eso decidí decirle
-gracias por tratar de ayudarme, enserio no me pasa nada y gracias por su interés. No sé cómo agradecerle su ayuda- estaba más conforme en haberle dicho eso, me sentía bien en ese momento.
-mira, yo estoy para poderte ayudar en cualquier problema. En tu vida personal, con tu familia, en el colegio, donde sea. Tú eres un chico muy inteligente y puedo notar que te pasa algo, aún así no me lo quieras decir- me conmovió mis sentimientos al haber escuchado eso. No tuve palabras para poder responder y solo lo que hice fue decirle gracias junto con un abrazo.

Salí del colegio me monté en mi moto y me dirigí hacia mi casa. En el transcurso del camino algo trágico sucedió...