1824 [HunHan]

1824

Para SeHun, esta ocasión no es fácil.

Siente que se ahoga con el paso de las horas. Le cuesta respirar, incluso abrir los ojos. Las palabras se convierten en carraspeos mientras que su garganta se ve seriamente afectada.

Y le duele, porque ni siquiera es capaz de preguntarle a LuHan si está bien.

Pero prefiere llevarse la peor parte; de hecho, sería siempre así, si pudiera elegir.

Si pudiera.

Sus pies luchan por no resbalar y tratar de acomodarse lo mejor que puedan, afortunadamente con el paso del tiempo, logra estabilizarse y visualizar al pequeño chico allá arriba, con el cabello desordenado y con partículas cálidas decorando su rostro.

Luce cansado y no es para menos. Es duro también estar ahí. Él lo sabe.

No es tan difícil como soportar cómo todo parece desplomarse sobre ti.

No.

Es diferente.

Ahí arriba es difícil porque ves como todo se desploma sobre la persona que amas.

SeHun conoce el sentimiento, la impotencia que siente al tratar de que las cosas no sean tan difíciles y por más que trata y trata, es algo que supera a su capacidad.

Él es una pequeña partícula entre muchas otras, enfrentándose a algo tan despiadado que va acabando con él, sin poder detenerlo.

A ese algo que ocupa cada momento, que se roba su vida y que es testigo de todos los recuerdos, sonrisas y miradas. De todo lo que lo rodea. De algo tan permanente e imposible de eliminar.

Porque si se acaba, la vida de ellos, la de todos, también lo hace.

***

Luego de una larga espera, larga en realidad, al fin logra ver esa sonrisa por la que vale la pena esperar tanto. Sus ojos brillantes le dan la bienvenida y su mano busca la manera de poder alcanzarlo aunque sabe que es imposible.

La desesperación instalada en su rostro, garganta y corazón se va de repente cuando lo ve.

Se pregunta cómo es que puede resistir tanto sabiendo que podría no volver a verlo, sabiendo que SeHun podría rendirse y con justa razón.

Se pregunta una y mil veces durante todas esas horas ¿cómo es que lo soportan? Porque sabe que tal vez ambos estarían mejor si solo lo dejan y ya.

¿Para qué seguir luchando para algo que no tiene solución? ¿Por qué seguir sufriendo el uno por el otro? ¿Para qué tanta preocupación?

Se lo ha preguntado a SeHun también, y este se ha quedado en silencio.

De seguro también se ha preguntado lo mismo. Tal vez ambos tienen tanto miedo de estar de acuerdo. O tal vez, simplemente tienen miedo de que uno de ellos ya no quiera lo suficientemente al otro como para dejarlo ahí.

Pero LuHan lo sabe, encuentra su respuesta cada día cuando luego de tanto, ve a su hermoso chico sonreír, en aquellos minutos donde pueden verse y sentir que su corazón late nuevamente, que toda la carga y preocupación que soportan desaparece.

LuHan sabe la respuesta a por qué seguir luchando y la encuentra en él, en SeHun.

Y lo que lo hace sonreír aún más, es que sabe que él también es la respuesta para la pregunta de SeHun.

Porque esos minutos en los que pueden verse a través de un indestructible cristal, reemplazan a todo lo demás. Vale por todos los nudos en la garganta, por horas eternas cargadas de suspiros, por lágrimas que mojan al tiempo y que es este mismo el que se encarga de secarlas a medida que va avanzando.