No puedo perderla

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Shawn*
"ANTES
ANTES

Había sido un día genial. El sol estaba en el cielo con la suficiente fuerza para hacer el día agradable. Habíamos estado paseando por la bahía, nuestras manos entrelazadas balanceándose entre nosotros mientras observábamos los pequeños puestos donde vendían cosas de la zona.

Le compré a Lis una pulsera que le había encantado hecha de trozos de conchas y pequeñas caracolas rosadas que de inmediato puse en su mano. acabara nunca. Quería ver sus ojos brillar así todo el día. Todos los días.

Cuando cayó el atardecer ella se apoyó sobre la barandilla para ver el agua moverse y observar a las gaviotas volando encima de ellas. La rodeé con mis brazos e inspiré el olor de su cuello. Ambos teníamos que ir a estudiar, pero no quería separarme de ella.

Se dio la vuelta y tocó mis labios con su dedo. Nos besamos, lentamente, solo un movimiento de labios sobre labios. Entonces profundicé el beso y ella suspiró contra mi— Te amo Shawn

Contuve el aliento. Mi maldito pecho se apretó. Recuerdos se precipitaron sobre mí. Recuerdos que había sepultado bajo capa tras capa de negación. Me separé un poco de ella sintiéndome mareado.

El aire no llegaba a mis pulmones.

— Es hermosa — Me sonrió viendo su mano y luego mirándome a mí. Me incliné y la besé, no quería que este día vi parada cerca de mí viéndose preocupada y confundida. Me sentí como un idiota. Pero no podía hablar. Apenas y podía respirar.

La sensación de hundimiento se negaba a desaparecer.

— ¿Qué pasa?

De alguna forma me las arreglé para murmurar— Se está haciendo tarde.

Sin embargo apenas y pude mirarla.

Ella solo asintió sin decir nada.

El viaje a su casa estuvo lleno de silencios. Seguía sintiendo que el mundo se caía a pedazos sobre mí.

La dejé en su puerta. Me invitó a entrar, pero no pude. No ahora. Me sentía en carne viva. Los recuerdos se negaban a desaparecer ahora que los había desenterrado y junto con ellos todos esos sentimientos que pensé habían desaparecido.

Puse un beso en su frente y me alejé.

Conduje por horas mientras el dolor se acrecentaba en mi pecho.
No podía perderla
No a ella también.
Que les pareció el primer capítulo de la segunda parte

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