Jamas confio en el amor,
la felicidad no alumbraba
sú mirada,
no poseiá la vida ideal,
como muchos solian mencionar.
Destaba el olor a cigarillo,
odiaba el alcohol,
jamas se le observaba conducir
en coche a la noche.
Compraba el café a los ocho de la mañana,
observaba el resplendor de la madrugada,
fumaba un cigarillo uno tras otro.
Una botella de cerveza yacia en sús labios sin vida,
un par de lagrimas reposando sús mejillas,
el ultimo adios fué emitido por sú voz.
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Almas gemelas.
Thơ caEllos eran cercanos, ellos eran felicidad y oscuridad. Ellos eran almas gemelas, separadas sin duda, esperando a unirse y a volver a ser una.