Nathan

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~~Narra Escritora~~

-!Pásala estoy libre!.-grito un muchacho de cabellos castaños y ojos miel.

Un joven de cabello corto azabache y ojos azules brillosos pasaba con sus lijeros pies el balón de fútbol por el suelo, mientras que le daba el pasa al castaño para anotar el gol ganador del torneo de su escuela.
Todos los de su equipo festejaron en un abrazo grupal el torneo ganado más los que los de la tribuna.

-Muy bien Nathan, al fin escuchas mi voz en un partido.-dijo el castaño despeinado a su amigo de ojos azules.

-Siempre lo eh echo, solo que antes no tenía por donde darte el pase Max.-dijo el azabache entrando a las regaderas de su universidad.

Comenzó a buscar su ropa entre sus cosas del casillero más llevo una toalla y demás para entrar a una de las bañeras.Luego de darse un refrescante baño se puso su ropa de la universidad y se fue de la escuela junto con sus amigos.

-Oigan iran a la fiesta de disfraces dentro de una semana en la escuela?.-dijo el castaño llamado Max, el mejor amigo desde los 6 años de Nathan.

-Claro,iré con Claris, ella se vestirá de pirata, una pirata bellísima.-dijo un rubio de ojos esmeralda llamado Noah estaba hablando de su novia.

-Y tu a quien llevaras Nathan?.Por lo visto no tienes pareja aún que sepamos.-dijo Max mirando a su amigo.

~~Narra Nathan~~

-Pues...no encontré a una chica que sea ideal para mi, por lo que iré sólo a la fiesta.-dije sonriendo.

-Está bien, si tu lo dices.Es nuestra parada, luego nos vemos amigo.-dijo Max saludandome junto a Noeh para irse por su camino y yo por el mio.

Camine unas cuadras más pensando en lo dicho por los chicos, es cierto; aún no encontraba a la chica perfecta, pero quería encontrarla y sabía que sucedería sólo.
Sentí como chocaba hombro a hombro con alguien frente mío.

-Lo siento no te vi, disculpa.-dije y quede shokeado al ver la persona con quien había chocado.

-No te disculpes fue mi culpa, de verdad.Por cierto; soy Estér, un gusto.-dijo la muchacha con esos finos y rosados labios con dientes blancos y perfectos.
Sus ojos eran de un esmeralda brillantes mirándome fijamente, su cabello negro y ondulado caía suavemente y natural por su espalda y hombros, su rostro era jodidamente perfecto igual que su cuerpo, era más chica de altura que yo, y tenía una piel blanca de porcelana con algunos lunares, el más cercano a su rostro era uno que se encontraba a la vista de su cuello.
Mi voz estaba cortada, había quedado estático ante la hermosa figura de la chica...

-Un - un gusto, soy Nathan..-dije y estrecho mi mano con la de ella, y en ese instante sentí una felicidad instantánea, algo inexplicable.

-Bueno Nathan fue un gusto, espero verte pronto.Adios!.-dijo para darse la vuelta eh irse.
Me quede quieto mientras la veía alejarse hasta perderla de vista, mas me removi el cabello al pensar en lo que había visto recién.

-Joder...-balbuce.
Comencé a correr hacia mi casa, entonces entre ha esta corriendo.

-!Hola mamá, hola Mack, un gusto verlas!.-salude a mi madre y mi hermana para subir las escaleras hacia mi habitación, donde me quede todo el día allí sin sacar de mi cabeza aquella muchacha, joder...era hermosa, pero no me había enamorado.
Esa sensación se tocar su mano...se sintió...tan bien...

-Hermano, puedo entrar?.-dijo Mack desde el otro lado de la puerta.

-Claro Mack, adelante.-dije y ella entró corriendo para saltar encima mío, reí junto a ella.

Mi Arcángel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora