Annie se encontraba en un estado de shock, el monstruo del armario la había vuelto a asustar como todas las noches, la mama de la pobre pequeña se encontraba a su lado, como siempre secando las lágrimas de su hija
-Mi pequeña Annie ya te eh dicho mil veces que no hay ningún monstruo dentro de aquel mueble que sólo tiene una función la cual no es guardar creaturas oscuras, tan solo guarda ropa- dijo la bella dama de ojos azules a su pequeño hija que tenía un aspecto de asustadaLa niña sólo asintió con la cabeza mientras las lágrimas de sus pequeños ojos dejaban poco a poco de caer.
-Ven conmigo mi pequeña, creo que es mejor que duermas conmigo al menos por unos dias, no es bueno que mi princesa duerma sola hasta que se olvide que hay algo en su cuarto- con una sonrisa de oreja a oreja levanto a su hija de la cama, le acomodo las pequeñas pantuflas típicas de una niña de 6 años y le agarró de la mano.
-Mami tengo sed- Comento Annie mientras caminaba directo a la habitación de su madre -En verdad que tengo mucha sed mami.
-Tranquila hija primero vallamos a mi habitación y luego te traeré con gusto un vaso de agua- Annie volvió a hacer ese movimiento de cabeza de arriba hacia abajo asintiendo la respuesta afirmativa otra vez.
La señora le quitó las pantuflas a la niña, la metió en la cama y le tapo con las cobijas- Volveré enseguida mi pequeña Annie iré por el vaso con agua.
Sin más que decir la señora bajo las escaleras para poder llegar a la cocina, tomó un vaso cualquiera de la alacena y virtio el líquido transparente en el recipiente, mientras tanto cada segundo que pasaba era para la pequeña Annie una eternidad.
Y entonces... Se escuchó un ruido extraño parecido a algún gruñido proveniente de la habitación de la pequeña Annie.
La madre de Annie al escucharlo le parecio algo raro por el simple hecho de que su hija se encontraba en el otro cuarto.
El instinto le dijo que algo no andaba bien. Su madre decidió ir a visualizar dentro del cuarto de la niña.
Annie lleva esperando cerca de una hora, se encontraba ya con las pupilas dilatadas,las mejillas frías y el cuerpo cansado pidiendo una siesta, pero no lo permitiría hasta que su madre llegará con ella, le diera el vaso con agua, un dulce beso en la mejilla para después poder dormir alrededor de los brazos de su madre.
Annie estaba apunto de quedarse dormida cuando oyó que alguien rasguñaba la puerta del cuarto de alado, la puerta de su propia habitación.
Y así Annie se levantó. Tenía las piernas y los brazos temblando y ahora no sólo sus mejillas estaban frías, todo su cuerpo estaba helado, se encontraba completamente palida y con un nudo en la garganta dirigió unas palabras mientras abria la puerta de su habitación -¿Hola? ¿Mami estas ahí? -Pero nadie respondió.
-Ven mi pequeña, juega conmigo- se escuchó entre susurros.
Annie pudo jurar que era la voz de si mamá, es linda y dulce voz que sólo ella podía tener.
La pequeña entró sin dudarlo creyendo que era una buena idea, pero en realidad no lo fue, al entrar logro visualisar sus peluches de toda la vida, de toda su infancia,todos y cada uno de ellos degollados.
Annie volteo hacia su armario, y lo que vio no le agrado,era aquella criatura a la que tanto le temía, el monstruo del armario.
Este era de una apariencia difícil de creer, tenía una forma humanoide, las cuencas de sus ojos se encontraban vacías, tenía piernas parecidas a las de algún perro y brazos humanos a excepción de las garras que este poseia y su piel parecía estar quemada. La criatura soltó una carcajada.
Algo todo hacia Annie, el piso se llenó de sangre y encima de está se encontraba la cabeza de su querida mamá.
Aquella criatura soltó unas palabras - ellas no quisieron jugar conmigo... Y entonces ¿quieres jugar conmigo?
// Y bien aquí acabo la primera historia de este pequeño libro espero y les guste, me voy hasta el siguiente capitulo pero no sin antes dedicarle este capítulo a mi ¡amiga mía! <<Vanni>>
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Historias Negativas
Horrorterror negativo, es este el libro mas inesperado hasta ahora, todo con un terror o una historia misteriosa